Nueva feria comercial del automóvil

En Barcelona fue inaugurada ayer oficialmente la Expomóvil-78. Este certamen, que abre por vez primera sus puertas, tendrá una periodicidad bienal, alternándose con el tradicional Salón Internacional del Automóvil de Barcelona. La pobreza de medios de esta exposición, frente a la del auténtico Salón del Automóvil, ha hecho recordar con nostalgia a éste.

Sin que el salón automovilístico español tuviese la categoría o la importancia del de Ginebra o París, por citar sólo algunos de los más importantes certámenes que se celebran anualmente en el mundo, en él tenían cabida todos los fabricantes españoles, los más importantes vehículos de todo el mundo que son importados por nuestro país, toda la industria de la motocicleta nacional y extranjera, algo de competición y la industria auxiliar.

En esta ocasión, sólo esta última ha estado presente. Ocupando sólo una mínima parte de la superficie del recinto ferial, algunos de los más importantes fabricantes de la industria auxiliar han estado presentes, más por compromiso que por cualquier otra causa. La organización del salón, presionada para que cambiase la periodicidad del mismo de anual a bienal, parece haber encontrado un sistema, una excusa, para seguir ingresando dinero del automóvil, por el motivo que sea, año tras año. La industria auxiliar ha sido la escogida para este cometido.