"Carece de sentido plantearse la nacionalización del sector eléctrico"
La defensa de la energía nuclear y de la privatización de¡ sector eléctrico constituyeron los dos temas centrales de la intervención de José María de Oriol, presidente de Hidroeléctrica Española, en la junta general de la sociedad celebrada ayer en Madrid.El señor Oriol planteó en la primera parte de su discurso el tema nuclear, comentando un folleto editado por el Fórum Atómico, repartido a los accionistas que asistieron a la junta, que lleva por título Respuestas a unas preguntas. El folleto hace una defensa a ultranza de la opción nuclear como fuente de energía. El presidente de Hidrola dijo que existen 213 centrales nucleares en el mundo, sin que se conozcan accidentes mortales. Indicó que España es un país rico en uranio y que el uso del mismo supondrá un ahorro de divisas que él cifró en 2.000 millones de dólares para 1985. Resumió su posición con la siguiente frase tomada del folleto citado: «Decir no a lo nuclear es decir sí a la recesión y al paro.»
La situación y eficacia del sector eléctrico y la alternativa nacionalización-privatización constituyeron la segunda parte del discurso. La argumentación básica del señor Oriol puede resumirse en los siguientes términos: en España el sector eléctrico da un servicio eficiente y con buena productividad. Ni falta el servicio, ni las empresas carecen de recursos para invertir, ni existen problemas tecnológicos. Por ello, concluyó, carece de sentido hablar de nacionalización. Previamente había planteado que el sistema de libre empresa, por razones políticas y económicas, es el único válido para España. Como razones políticas aludió al hecho de que en España hay un millón de accionistas del sector eléctrico, que suponen una buena porción de votos.
Más adelante formuló una serie de críticas a la acción del Gobierno, al pedir «que deje de ser perseguida la inversión». Sus críticas se formularon en base a las siguientes preguntas: ¿Cómo se pretende estimular el ahorro si a los inversores se les ofrece el actual panorama de la Bolsa? ¿Cómo, si cada decisión del Gobierno penaliza el ahorro? ¿Cómo se explica que un sector que no ha creado problemas y garantiza el suministro se le critique por su gestión y se deje hablar de la nacionalización total de su red de transporte?
En la última parte de su intervención se refirió a los resultados del ejercicio de Hidrola, que son los siguientes:
Facturación, 39.106 millones de pesetas. Gastos de explotación, 21.068 millones de pesetas, de los cuales 5.634 son salarios y cargas sociales. El beneficio después de amortizaciones y cargas financieras se sitúa en 11.109 millones (28,2% de la cifra de ventas). Del beneficio, 7.350 millones, se destinan a dividendo, y el resto, a previsión para impuestos. El dividendo libre de impuestos se sitúa en cincuenta pesetas por acción; es decir, 10% de nominal y 13% sobre el precio actual de Bolsa (77,25%). Según señaló el señor Oriol, el valor contable de las acciones de Hidrola se sitúa en el 144%, y el valor real se estima en el 270%.
Las inversiones más importantes en el ejercicio fueron las destinadas a tres centrales nucleares. En Almaraz, cuyo primer grupo entrará en servicio en los primeros meses de 1969, invirtieron 4.444 millones; en Cofrentes, 10.075, y en Valdecaballeros, 3.829. Las obras de esta última central están paralizadas, pendientes de las autorizaciones.
En el turno de ruegos y preguntas intervinieron una docena de pequeños accionistas, en general de mucha edad y en términos poco afortunados. Hubo quien pidió que no se paguen los impuestos y quien llegó a decir que un aumento de tarifas del 300% no tendría ningún efecto sobre la economía. Todos los accionistas se quejaron de la situación de la Bolsa y se mostraron satisfechos con la política de ampliaciones de Hidrola (en 1977, una por ocho gratis y una por seis liberada en un 60%).
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