_
_
_
_
La situación económica española vista por sus empresarios

1977, malo y conflictivo para la construcción

El año 1977 ha sido para el sector de la construcción malo, conflictivo y deprimente, dijo el presidente de Dragados, Joaquín Reig, en la junta general de accionistas celebrada ayer por la mañana en Madrid. La inversión sectorial disminuyó en un 2,5% a pesetas constantes; se perdieron sesenta millones de horas de trabajo; los salarios crecieron un 27% y la Seguridad Social en un 34%. Estos datos dan un incremento de costes del 22% y un descenso del 3,5% en la productividad.Por otro lado, la Administración seguía morosa en liquidar y pagar sus débitos. El actual ejercicio no se presenta mejor y el 79 lo vemos dudoso, aclaró el anciano presidente.

En el breve turno de ruegos y preguntas el señor Reig expuso que tiene una le extraordinaria en la eficacia de la economía de mercado, creencia que irá aumentando entre los españoles cuando se clarifique la transición política.

Más información
"Carece de sentido plantearse la nacionalización del sector eléctrico"
"Europa tiene miedo a que la contagiemos el paro"
"La demanda de viviendas fue a la única variable con un comportamiento positivo"

Respecto a su sociedad, que capitanea desde que la creara hace 37 años, destacó dos notas principales. En primer lugar, la consolidación de Dragados como empresa de rango internacional al competir, actuar y moverse como cualquier otra. De los 62.522 millones de obra ejecutada, el 15,72% corresponde a la producción en el exterior (9.828 millones de pesetas). Esta tasa se elevará al 20% este año y en un plazo no muy largo se doblará.

Además, para tener una visión global de lo que fue la facturación de Dragados en el exterior, añadió la de aquellas empresas constructoras en las que participa: Dycasa y Dycvensa, que suman el equivalente a otros 3.600 millones de pesetas.

El otro punto que destacó fueron las -en su opinión- inmejorables perspectivas de la sociedad ante estos resultados en el exterior y la entrada en rentabilidad de la autopista Tarragona-Valencia, cuyo tramo Amposta-Peñíscola, de 44 kilómetros, acaba de terminar la concesionaria Autopistas Mare Nostrum.

Ante las pequeñas quejas que presentaron varios accionistas al presidente de Dragados, Joaquín Reig, relacionadas con la ampliación de capital, se insistió que, en estos momentos no era conveniente a la vista de la coyuntura bursátil, y que el proceder a tal operación supondría una grave descapitalización de la compañía. «No estoy dispuesto -llegaría a afirmar- a contribuir a descapitalizar Dragados.» La pequeña contestación, sin embargo, estuvo relacionada con temas más fútiles que el de la ampliación o no del capital.

Como al principio de la sesión no había memorias (ni cajas de bombones) suficientes, como reclamaran con sonoras protestas algunos de los asistentes, se tuvo que proceder a la lectura casi íntegra de ésta, lo que imposibilitó la intervención del consejero-delegado, Antonio Durán.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_