Lance, acusado por el Gobierno de EEUU de violar las leyes bancarias

Bert Lance, el amigo personal del presidente Carter que se viera obligado a dimitir de su cargo de director de la Oficina de Presupuesto Federal hace unos meses, fue acusado ayer por dos agencias gubernamentales de numerosas violaciones de las leyes bancarias norteamericanas.

La demanda civil ocupa noventa páginas, y fue preparada por la Securities and Exchange Comission y la Comptroller of the Currency, dos agencias del Gobierno federal encargadas de investigar el comportamiento financiero y monetario de las empresas comerciales estadounidenses. Un jurado del estado de Georgia decidirá próximamente si puede emprenderse una acción paralela, de tipo criminal, contra el banquero, estrecho colaborador de Jimmy Carter.Según la acusación civil, Bert Lance concedió préstamos a algunos familiares e incluso a sí mismo, cuando estaba al frente de dos bancos de Georgia, antes de que fuera llamado por Carter para formar parte de su Gobierno al frente del Presupuesto Federal. Lance registró falsas entradas en los libros de contabilidad y cometió una serie de irregularidades financieras y de prácticas cuestionables que supusieron un peligro material para la seguridad económica de los bancos que presidía, añade la acusación.

Las primeras noticias sobre el irregular comportamiento financiero del hombre designado por Carter para organizar el presupuesto nacional norteamericano surgieron el verano pasado y, tras una serie de declaraciones ante el Senado, Lance se vio obligado a presentar su dimisión el 21 de septiembre del año pasado, alegando que no quería perjudicar la imagen pública de su amigo Jimmy Carter.

En aquella ocasión, el presidente norteamericano declaró que «Bert Lance es mi amigo. Le conozco como si fuera mi hermano y no tengo la menor duda de que es un hombre bueno y honesto», para añadir después que, aunque aceptaba la dimisión de su colaborador, estaba convencido de que «las acusaciones contra Lance han sido falsas y sin fundamento».

Aunque nadie puso en duda entonces el comportamiento de Lance al frente de la Oficina de Presupuesto Federal, ni su competencia para dirigirla, pareció lógico que una Administración como la que anunciaba Jimmy Carter, dotada de una «nueva moralidad» frente a los escándalos de los Gobiernos republicanos anteriores, optar por deshacerse de un colaborador. La Casa Blanca no habla comentado ayer las nuevas acusaciones contra Bert Lance. El amigo de Carter sigue muy vinculado al presidente, y las demandas contra aquél podrían tener influencia en la ya deteriorada imagen de Jimmy Carter.

En sus dieciséis meses en el Poder, Carter ha visto descender vertiginosamente los índices de aceptación de su gestión por parte de la opinión pública y ha sufrido críticas del Congreso y del establishment político de Washington.

Así las cosas, los nuevos cargos contra Lance, que podrían ampliarse a una demanda de tipo criminal en los próximos días, suponen un nuevo quebradero de cabeza para Carter.