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Villar Mir se mantiene en Hidro Nitro merced a un dictamen de Garrigues

Gracias a un dictamen de Joaquín Garrigues, según el cual el artículo 71 de la ley de Sociedades Anónimas, impide que socios extranjeros intervengan en la designación de consejeros españoles, Juan Miguel Villar Mir, presidente de Hidro Nitro Española, logró su reelección como consejero en la movida junta general de accionistas celebrada ayer en Madrid, que duró unas seis horas (de once de la mañana a cinco de la tarde). La reelección de consejeros (él y los señores Ferrer Forns y Salvador García -secretario general-) y la ratificación de los nombramientos de consejeros de los señores Carrero del Carre y Falcó Carrión fueron las dos únicas propuestas de acuerdo aprobadas de las seis presentadas.

Las otras propuestas, aprobación de la memoria, del balance y de las cuentas de pérdidas y ganancias; la gestión del consejo y la aplicación de beneficios, fueron vetadas por la multinacional francesa Pechiney Ugine Kulmann (PUK), que participa con el 40% del capital, y con la que se alinearon otros socios españoles.Las acciones presentadas y representadas en la asamblea eran 3.146.785, de las cuales sólo eran favorables al presidente, señor Villar Mir, 1.354.533, es decir, menos de la mayoría.

La junta se constituyó después de unas largas formalidades para escrutar la asistencia, que era del 90,45% del capital social (3.478.984 acciones). Una vez iniciada, y después de nombrarse por unanimidad los dos interventores del acta y los escrutadores, intervino Juan Miguel Villar Mir para explicar las razones que impidieron constituir la junta el pasado 4 de marzo (véase EL PAÍS del 5 de marzo), por un exceso de 19.770 acciones sobre las emitidas por la empresa, y para exponer la trayectoria de HNE y justificar los acuerdos que el consejo proponía a la asamblea.

En relación al pasado ejercicio señaló un mantenimiento de las ventas (3.172 millones de pesetas), un cash-flow equivalente al 80% del de 1976 y un beneficio después de impuestos equivalente al 60% del año anterior.

A continuación tomó la palabra el consejero José Antonio Quiroga Piñeyro, para defender la postura de Pechiney, la cual no quiere abandonar HN E, como se le ha propuesto en las últimas semanas, sino que pretende una gestión más moderada en un momento de crisis. Dijo también que las discrepancias no se debían a competencia en los mercados internacionales. La marcha de HNE es buena y ellos continuarían haciendo lo posible para que se mantenga.

El consejero-delegado, José Luis Sever Ezcurra, glosó después los hechos y cifras más significativos en 1977 y puntualizó la política comercial de NE en el exterior, donde Pechiney hace la prospección de mercados, pero la sociedad española se reserva la libertad de vender o no, excepto con los países del Este, con los que se negocia directamente.

Después del turno de ruegos y preguntas, donde algunos accionistas se inclinaron por la postura de la presidencia española y otros pedían armonía para la gestión futura, se procedió a las votaciones con los resultados reseñados al principio.

EL PAÍS ha podido saber que la parte mayoritaria, derrotada en la elección de administradores, impugnará estos acuerdos, porque el dictamen del tratadista de mercantil no puede ser vinculante, y menos aún una carta en el mismo sentido de la Dirección General de Transacciones Exteriores, que el señor Villar Mir había aportado para justificar la decisión de la presidencia.

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