_
_
_
_

Vance y Owen encuentran dificultades en su misión rodesiana

La misión rodesiana que llevan a cabo los ministros de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, Cyrus Vance, y Gran Bretaña, David Owen, tropieza inicialmente con obstáculos mayores que los previstos. Vance y Owen, han encontrado en la capital de Tanzania una fuerte resistencia del Frente Patriótico a plegarse al esquema anglo-norteamericano, sobre el cual se abrirían unas hipotéticas negociaciones de todas las partes implicadas en el conflicto, aunque en principio están de acuerdo en la celebración de una conferencia ampliada sobre Rodesia.

Joshua Nkomo y Robert Mugabe, los dirigentes guerrilleros, que luchan contra el régimen de Ian Smith, han hecho saber a los dos altos enviados occidentales que subsisten tres zonas de profundo desacuerdo entre sus respectivos proyectos. Con anterioridad a esta reunión de Dar es Salam entre Vance y Owen y los jefes del Frente Patriótico, Washington y Londres habían sido informados por los dirigentes de los Estados africanos de la «línea del frente», que sostienen a las guerrillas, de que la postura de los señores Nkomo y Mugabe se había suavizado y que ahora estaban dispuestos a mayores concesiones.Robert Mugabe precisó que el Frente Patriótico se opone en tres puntos al plan anglo-norteamericano: la estructura del poder en Rodesia, la composición de las fuerzas armadas y el papel de las tropas de las Naciones Unidas durante el período de transición. El jefe guerrillero añadió que el Frente debe desempeñar un papel fundamental en el control del país durante el período de transición, papel que Washington y Londres asignan exclusivamente a Lord Carver, el propuesto comisario británico.

«Son nuestras propias tropas -agregó Mugabe-, las que deben integrar la espina dorsal del Ejército y las fuerzas de seguridad durante el período de preindependencia de Zimbabwe (Rodesia). Las fuerzas de las Naciones Unidas deben jugar un papel exclusivamente civil, no militar.» Aunque portavoces británicos consideran todavía prematuro el descartar un acuerdo inicial entre los guerrilleros y los enviados occidentales, el pesimismo dominaba ayer las informaciones recibidas en Londres, donde se señala que la posición del Frente no ha variado aparentemente desde la fallida reunión de Malta, en enero.

En la capital rodesiana, Salisbury- uno de los ministros negros recientemente nombrados por el obispo Abel Muzorewa, James Chikerama, afirmó ayer, que la conferencia de todas las partes implicadas, propuesta por el presidente norteamericano Jimmy Carter, nunca tendría lugar.

La declaración se juzga más como un elemento propagandístico que como expresión de las intenciones reales de Ian Smith. Pocos dudan en Londres de que un acuerdo de Estados Unidos y Gran Bretaña con los jefes guerrilleros forzaría al premier rodesiano a la negociación.

Otro posible factor de presión sobre Ian Smith puede ser la República Surafricana, a donde hoy viajan Vance y Owen, para intentar persuadir al régimen de Vorster de que debe usar su gran influencia sobre el premier blanco de Rodesia y colaborar, por su propio interés, en una solución de la cuestión rodesiana.

Preparando la llegada el lunes a Salisbury de la misión angloestadounidense, (es la primera vez que un ministro norteamericano de Exteriores visita Rodesia desde su declaración de independencia, en 1964) y como parte de la campaña destinada a cambiar su imagen internacional, el nuevo Gobierno rodesiano ha decidido suspender las ejecuciones de prisioneros políticos.

Hasta hace tres años, el Gobierno de lan Smith anunciaba públicamente las ejecuciones, de las que han sido víctimas casi 350 personas en los últimos doce años.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_