La CEE abre oficinas de representación en Caracas

El próximo martes se abrirá en Caracas la delegación oficial del Mercado Común europeo en Latinoamérica, establecida hasta ahora en Chile. El acontecimiento está siendo considerado en este continente, y especialmente en Venezuela, como un paso trascendental para la cooperación económica entre América y Europa.Las razones de la presencia comunitaria en Latinoamérica son fácilmente explicables: la mayoría de los países que la forman viven un momento de expasión económica, producto de la explotación de sus inmensos recursos naturales, que convierten a la zona en un mercado potencial muy interesante. La CEE ha visto, por otra parte, que los organismos de integración de América Latina, sobre todo el Pacto Andino y el SELA, parecen haber iniciado una etapa de mayor operatividad, lo que facilitaría el intercambio entre organizaciones parecidas.

En un informe inicial, distribuido por la Comisión de las Comunidades para explicar su presencia en Latinoamérica, el organismo comunitario señala que «las perspectivas de retorno a gobiernos representativos, considerando el número de inminentes consultas populares, el respeto a los derechos humanos que se observa en varios países», son datos que también han animado a la Comunidad a instalarse permanentemente en Latinoamérica.

Capital céntrica

No es casual que se haya escogido a la capital de Venezuela como sede permanente de la delegación comunitaria. El informe señala que la decisión responde al «deseo de reconocer la céntrica ubicación de Venezuela en el continente americano, el papel que el país juega en América Latina, su profunda vocación democrática, la acelerada evolución económico-social y la importante posición venezolana en el marco regional».

Hasta ahora, los intercambios entre el Mercado Común y Latinoamérica han sido muy poco significativos. El mercado de esta zona del mundo está acaparado prácticamente por Estados Unidos, que suple la mayoría de las necesidades que en bienes de consumo y de capital tienen estos países. La Comunidad ha visto que en sus países miembros está desarrollada una tecnología media perfectamente exportable a las naciones latinoamericanas, muchas de las cuales están embarcadas en ambiciosos proyectos de desarrollo y expansión.

Para España, el relanzamiento de la penetración comunitaria en América Latina puede suponer un frenazo en nuestra cada día más activa presencia aquí. Sobre todo, si no se articulan, de una vez por todas, los mecanismos de cooperación y se aprovechen las enormes ventajas «idioma, similares niveles de desarrollo, experiencia) que España tiene con respecto a los .países de la CEE.

América Latina sigue siendo, en opinión de la mayoría de los expertos, la auténtica alternativa para la actividad exportadora de España y, aunque los ritmos de intercambio, sobre todo con Venezuela, crecen día a día, aún no se ha visto ese definitivo empujón oficial tan deseable.