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El príncipe Tchokotoua compareció ante el juzgado de Palma

El príncipe Zourab Tchokotoua se presentó en el Juzgado número dos de Palma de Mallorca antes de que expirara el plazo de cinco días a partir del cual sería declarado en rebeldía. El señor Tchokotoua, junto con el agente de la propiedad inmobiliaria Juan Oliver Mateu, está acusado de presunta estafa en la construcción del grupo de viviendas denominado parque de los Almendros.Tchokotua se dirigió directamente desde el aeropuerto al palacio de Justicia, acompañado por el conocido penalista José María Stampa Braun, quien será el encargado de su defensa. El acusado, tras depositar los tres millones que el juez había señalado como fianza, escuchó el auto de procesamiento en el que no aceptó la acusación por la que se le pide en concepto de daños y perjuicios una indemnización que supera los doscientos millones de pesetas. El príncipe Tchokotoua manifestó que nunca había salido de España y que desde el jueves pasado se hallaba en Madrid, en casa de unos amigos. «Me enteré de mi procesamiento el pasado sábado, cuando leí EL PAIS. Estaba en Navacerrada, en casa de unos amigos, tratando unos negocios particulares. Al leer la noticia me puse en contacto con mi abogado de Mallorca, que me aconsejó que regresara inmediatamente. No lo hice antes porque no encontré billete de regreso, y sí lo puedo testificar por un documento que me ha facilitado lberia.»

En relación con el affaire del parque de los Almendros, anoche se celebró una reunión de vecinos donde el abogado que lleva las gestiones dio cuenta del auto de procesamiento contra los constructores y promotores de la urbanización. Los vecinos estarían dispuestos a llegar a un acuerdo con los promotores antes de agotar las vías legales que estiman son demasiado lentas cuando algunas de las construcciones se encuentran ya muy deterioradas. Según un informe emitido por la delegación provincial del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y por el Colegio Oficial de Arquitecto de Cataluña y Baleares, serían necesarios unos treinta millones de pesetas para subsanar las deficiencias arquitectónicas y equipar con los servicios más necesarios.

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