El Congreso hará mañana balance de los pactos de la Moncloa

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El Gobierno atribuye a la disminución del ritmo del aumento de los precios operado en el último trimestre de 1977 y los primeros meses de 1978 el hecho de que se hayan reducido sustancialmente las expectativas inflacionistas de los distintos sujetos de la actividad económica.

La aplicación de la cláusula de revisión salarial, contemplada en el apartado de política de rentas, requeriría que aumentase en más de tres puntos por encima del 11,5 % el incremento de precios en el primer semestre de 1978. «Los resultados ya obtenidos -afirma el Gobierno- permiten alejar definitivamente la posibilidad de superar no sólo este supuesto, sino el previsto inicialmente del 11,5 %, siendo probable que el crecimiento de precios a final de dicho período pueda situarse entre un ocho y un 10%.

El comunicado del Gobierno alude también a la evolución favorable de los intercambios exteriores y señala que si las tendencias actuales persisten, el déficit por cuenta corriente en 1978 descendería de los 2.500 millones de dólares previstos en el programa que sirvió de base a los pactos d e la Moncloa. «hasta un déficit de alrededor de 1.500 millones de dólares».

El Gobierno analiza algunos de los factores ajenos a la coyuntura que operan sobre el mercado de trabajo -entre ellos, la incertidumbre que produce la necesaria transformación de un sistema de relaciones laborales heredado, la estructura de nuestra producción y el nivel absoluto de remuneración salarial en algunas zonas de la economía- y sobre la demanda de empleo, y argumenta que ellos dificultan la evaluación del aumento de parados estrictamente imputable a la política de saneamiento seguida.

En el aspecto presupuestario, el Gobierno considera que la configuración tanto de los ingresos como de los gastos del Estado ha respondido al contenido de los pactos de la Moncloa y da cuenta de que los ingresos durante los dos primeros meses de este año han experimentado un incremento de cerca del 26% sobre el mismo período del año anterior.

En materia de Seguridad Social el Gobierno expresa su esperanza, de que el resultado final del aumento de los ingresos derivados de las cotizaciones oscilará en torno a 18% previsto de promedio anual.

En lo que se refiere a la política monetaria, el crecimiento de la oferta monetaria ha permanecido, en todo momento, según el Gobierno, dentro de los límites señalados. En cuanto a los precios, recuerda que los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales y de consumidores prestaron su conformidad al no establecimiento de un indicador de los precios de los productos de consumo más frecuente por las clases de renta más baja.

En cuanto a las rentas, «los aumentos salariales que contienen los convenios firmados durante el primer trimestre de 1978 se encuentran muy próximos a los límites convenidos en los pactos de la Moncloa». Destaca en este punto el Gobierno que el programa relativo a empleo juvenil «no ha dado hasta ahora resultados tangibles», así como que el programa de contratación temporal de los actualmente acogidos al seguro de desempleo sólo ha afectado a unos 10.000 trabajadores.

El Gobierno alude a la reforma fiscal en marcha -«que implica un giro notablemente progresivo en el orden tributario», dice- como adaptada a lo establecido en los pactos de la Moncloa, y anuncia que se completará próximamente con los proyectos de ley de impuestos sobre sociedades.

Por lo que se refiere al Plan Energético que el Gobierno debía haber presentado a las Cortes antes de finalizar el pasado año, aduce «la complejidad técnica del mismo» y expresa su esperanza de cumplimentar este compromiso antes de que finalice abril.

Por último, el Gobierno hace constar su voluntad de continuar la ejecución del programa de reforma y saneamiento de la economía, mediante todas las reformas de tipo estructural en él previstas, y- expresa su propósito de fijar un calendario aproximativo para su realización.

Según la decisión adoptada ayer por la Junta de Portavoces del Congreso, después de la intervención de Fernando Abril, podrán tomar parte en el debate todos los grupos parlamentarios, por orden de menor a mayor número de diputados. El Gobierno podrá replicar, y, según altas fuentes parlamentarias de UCD, no se descarta que el propio señor Suárez conteste a los diputados. Después se producirá una pausa para que los diferentes grupos puedan preseptar mociones o proyectos de resolución que, una vez debatidos, se someterían a votación.