Escasa asistencia al funeral de San Sebastián por las víctimas de Lemóniz
La iglesia de San Ignacio, en el barrio donostiarra de Gros, no se llenó ayer a las 7.30 de la tarde en el transcurso del funeral que se celebró en recuerdo de las víctimas del atentado de Lemóniz reivindicado por ETA militar. Menos de cuatrocientas personas participaron en el acto refigioso que había sido convocado por el PNV, PSOE, PCE, PSP, ORT, DCV (Democracia Cristiana Vasca), EMK (Movimiento Comunista) y las centrales sindicales CCOO, UGT y SU. Al acto acudieron varios parlamentarios, consejeros de la máxima institución preautonómica de Euskadi y representantes de los partidos y centrales convocantes.Una vez finalizado el funeral, un grupo de cincuenta personas, que posteriormente se engrosaría hasta más de cien, increparon a los organizadores del funeral y se manifestaron por las calles del barrio pidiendo a ETA que continúe con la lucha armada calificando de asesinos a los directivos de Iberduero y haciéndoles responsables de las muertes de los trabajadores, al tiempo que repetían la consigna de «ETA, Lemóniz, goma-2».
Mientras se estaban desarrollando estos sucesos, miembros de los comités antinueleares de Guipúzcoa repartieron un manifiesto en el que hacen un llamamiento al pueblo de Euskadi para que continúe movilizándose en reivindicación de una Euskadi no nuclear.
Por otra parte, trabajadores de las oficinas de Iberduero en San Sebastián explicaron ayer ante los informadores su preocupación por las reacciones que ha provocado el atentado y la confusión que, según manifestaron, se produce en ocasiones entre la empresa y sustrabajadores.
Los representantes laborales dieron lectura a una nota aprobada por mayoría en las mencionadas oficinas y en la que se pide a Iberduero que tome en consideración las reiteradas manifestaciones populares que piden «un cambio profundo en las estructuras y en el futuro de la empresa mediante una consulta mayor a quienes hasta ahora han sido simples abonados y trabajadores».
Lerchundi, contra Iberduero
«La central nuclear de Lemóniz no se paralizará con muertes. Los muertos únicamente acrecientan el poder de la derecha, y todos sabemos las implicaciones de Iberduero con la extrema derecha española», afirmó el secretario general del Partido Comunista de Euskadi Roberto Lerchundi, en Pamplona.
Roberto Lerchundi, después de señalar que su partido no quería pronunciarse sobre el tema de las centrales nucleares hasta que tuviese lugar un gran debate nacional, manifestó que la central de Lemóniz se viene construyendo desde hace seis anos, «saltándose a la torera todos los caúces legales, incluso las disposiciones franquistas, y apoyándose en la Diputación de Vizcaya, esbirro del gran capital de Iberduero».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.