El Gobierno no incautará Babcock Wilcox ni ninguna otra empresa

La ocupación de los 5.000 trabajadores de la empresa Babcock Wilcox, iniciada el domingo, quedó ayer aplazada al conocerse en Bilbao la decisión del Gobierno de crear una comisión técnica que ha de redactar un «plan de salvación», que debe ser el punto de partida en las negociaciones entre los trabajadores, la empresa, la banca y el Gobierno.

Tras la celebración, el domingo, de una gran asamblea popular en la plaza de los Fueros de Sestao, los 15.000 asistentes -entre plantilla y familiares- bajaron hasta las instalaciones de la fábrica de Galindo, procediendo a la ocupación pacífica de ésta. Tras la partida de familiares y amigos los 5.000 trabajadores -la plantilla en pleno-, se concentraron en las explanadas y en los talleres en asamblea permanente. Los trabajadores pasaron la noche en las mismas instalaciones.A partir de las seis de la mañana se inició el paro en la empresa. Esta actitud, unida a la ocupación, formaba parte de un plan de acción dependiente de los resultados de la entrevista que a partir de las 11.30 iba a mantener la comisión de trabajadores de Babcock con el ministro de Industria.

A la 1.30 de la tarde y a la vista de las primeras noticias optimistas de Madrid, se celebró una asamblea en la que el comité de fábrica informó sobre las incidencias de la entrevista de la comisión con el señor Sahagún. Según las informaciones, el ministro de Industria comunicó a los trabajadores que el Gobierno no va a incautar ni intervenir, a través del INI, la empresa, ni ninguna otra en dificultades.

La postura del Gobierno es de buscar una solución a la crisis de Babcock garantizando que ésta no va a hundirse ni desaparecer. La administración está, al parecer, dispuesta a participar con capital si los nuevos socios (empresas de bienes de equipo y siderometalurgia del Estado) que se prevé participarán en el plan de auxilio -absorbiendo el 50 % de la empresa- no apoyan el proyecto.

Para controlar las negociaciones el ministro de Industria va a nombrar un comité técnico de cuatro o cinco personas que elaborará el «plan de salvación». Sobre este plan se iniciarán las negociaciones entre las cuatro partes. Las negociaciones estarán supervisadas directamente por el equipo económico del Gobierno, que dejó clara su intención de meterse de lleno en el problema de Babcock.

La misma comisión técnica estudiará todo lo relativo a la reestructuración técnica y administrativa, incluyendo el análisis de la composición del consejo de administración y la personalidad del futuro gerente. A última hora de la noche, el Ministerio de Industria y Energía facilitó una nota oficial exponiendo la alternativa oficial a la crisis de la empresa.