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Maratón musical por la libertad de expresión

Desde las seis de la tarde del jueves hasta las seis de la tarde del viernes los alumnos del Real Conservatorio de Madrid han celebrado un maratón musical, en solidaridad con los dos músicos detenidos el pasado día 11. Han sido veinticuatro horas de música sin interrupción, en las que la participación de los diferentes intérpretes y del público no ha decaído en ningún momentó, ni siquiera en las horas de la madrugada. Antes de que amaneciera el viernes se produjo una esperanzadora noticia: los compañeros detenidos, Alfonso Asenjo y Cándido Ciudad, miembros de La Charanga de la Doctora, habían sido puestos en libertad bajo fianza.El auditorium del Conservatorio, lugar en donde se ha realizado el maratón, con capacidad para setecientas personas, llegó a albergar en algunas actuaciones a cerca de mil asistentes, en su mayoría jóvenes. Se calcula que al menos 10.000 personas siguieron estas sesiones musicales.

Las actuaciones también han sido numerosas. Intérpretes y grupos de todos los estilos se han ido turnando a lo largo del maratón, desde los grupos clásicos hasta los vanguardistas, desde los virtuosos de jazz «picante»; Jesús y Jorge Pardo, del grupo Dolores, etcétera. Mariano Martín (flauta de pico); Pedro lturralde; el Grupo de Percusión de Madrid; el Orfeón de Castilla; el grupo SEMA (Seminario de Música Antigua); la Camerata de Madrid; el grupo Leño, de rock; Los Chilenos; el grupo Aro, de jazz «picante», Jesús y Jorge Pardo,del grupo Dolores, etcétera. También estuvo representada la poesía -con el grupo Parajola- y el humor -con un improvisado grupo bautizado con el nombre «Sagrada Congregación de Ritos»-. Así como la presencia de las secciones de la Orquesta de RTVE y de la Orquesta Nacional.

La Charanga de la Doctora, de la que son miembros los dos músicos encausados, es un grupo que suele actuar al aire libre, los sábados en el Retiro, y los domingos en el Rastro y en la plaza de Tirso de Molina. Su actuación del sábado 11 en la plaza de Isabel II coincidió con la venta de entradas para un festival en apoyo de Els Joglars, que hicieron algunos de los presentes. La policía disolvió el acto y golpeó y detuvo a estos músicos, hecho que conmocionó al resto de sus companeros. Durante los días 13 y 14 los estudiantes del Conservatorio iniciaron una huelga de apoyo. Pero más tarde pensaron que la mejor manera de ayudar a sus compañeros «encarcelados por tocar en la calle para ganarse la vida», según reza una pegatina, sería organizar este maratón musical en defensa de la libertad de expresión musical. Los asistentes a estos actos vivieron con gran entusiasmo esta pequeña fiesta musical. «No cantamos tan sólo por la libertad incondicional de nuestros compañeros, sino también por nuestra prebpia libertad de cantar», manifestaron los estudiantes.

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