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Vivió diez años con el nombre y documentos de otra persona

Emilio García Ondiviela, de 53 años, fue detenido hace unos días por la policía como presunto autor de usurpación de personalidad, estafa y falsificación. Según la acusación, ha vivido durante los últimos diez años con el nombre de Emilio Martí, a quien, al parecer, el ahora detenido le robó toda la documentación en 1968.Esta sustracción se produjo cuando el señor García comenzó las gestiones para comprar un autornóvil Seat 600, modelo D y matrícula B-690 420 propiedad del sleñor Martí. Según parece, el comprador, con la excusa de hacer los trámites de transferencia, se llevó el vehículo, así como toda la documentación del señor Martí.

Días después, las 30.000 pesetas importe del automóvil eran gastadas por el acusado en Murcia. Con respecto a la documentación, fue usada desde ese momento por el señor García, que olvidó su nombre y con los diferentes carnets del señor Martí comenzó una nueva etapa.

Durante estos diez años el detenido, al parecer, ha falsificado innumerables veces la firma del señor Martí en contratos, operaciones e incluso ha usado la cartilla de afiliado a la Seguridad Social.

Fuentes policiales informaron que todos los documentos habían sido alterados, tanto en la fotografía como en los sellos y las fechas de expedición.

Detenido un presunto atracador

Miguel Angel Sáez, de dieciocho años, el Caminante, ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial como presunto cómplice de un atraco cometido el pasado 16 de febrero en la joyería Anter, sita en la calle Puerto de Bonaigua, 58, en donde fueron robadasjoyas por un valor de 1.200.000 pesetas.

Además del presunto autor ahora detenido, al parecer intervinieron Francisco y Antonio García Maldonado y Florentino Centero, de veintiséis, veinte y dieciséis años, respectivamente, que ya fueron detenidos.

Cóctel "molotov" en un colegio

Sobre las doce y cuarto de la mañana de ayer explosionó un cóctel molotov en el Instituto Nacional de Bachillerato «Emilio Castelar», sito en la calle Río de Oro, 4 y 6. El artefacto, que había sido colocado en la cisterna de uno de los servicios de la planta baja, no hirió a nadie y fue seguido de una llamada en la que una voz anunció que era una muestra de lo que iba a ocurrir.

El director del centro informó a EL PAIS que en los últimos meses han recibido unas diez llamadas anónimas en las que se anunciaba la explosión de una bomba. La semana pasada esta amenaza fue hecha en dos ocasiones, pero, a diferencia de veces anteriores, el anuncio fue comunicado a un vecino y a un policía, a quien se le entregó un sobre.

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