Canarias piensa ya en un estatuto de autonomía

Para los partidos políticos y círculos económicos de Canarias, la aprobación de la preautonomía del archipiélago ha significado el primer paso de un camino que conducirá irremediablemente hacia la consecución de un estatuto de autonomía que pueda dotar a las islas de instrumentos lo suficientemente eficaces como para sacarlas del marasmo económico que padece, y dotarlas de una personalidad que haga olvidar la incomprensión que han sufrido los canarios por parte del poder central a través de toda su historia.

Pero de todas formas este primer paso ya ha sido calificado como «un momento trascendental», y el pasado fin de semana se notaba gran satisfacción entre los sectores más politizados de la sociedad isleña y ciertas indiferencias entre los más atrasados, siendo estos últimos la mayoría. «Ahora tenemos que ir explicando de pueblo en pueblo, de barrio en barrio, lo que significa un Gobierno canario autónomo, y mentalizar a toda la población en la necesidad de ampliar más aún nuestra capacidad decisoria hasta lograr un estatuto donde se recojan todas las aspiraciones canarias», manifestó a EL PAIS el dirigente comunista Andrés Alvarado.

Otro factor importante que se destaca en las islas es la superación del viejo pleito provincial que ha enfrentado a Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas por una torpe y absurda lucha para lograr la hegemonía regional.