Quinientos policías acudieron al entierro de su compañero asesinado

En la mañana de ayer fue enterrado el policía armado Félix García, de veintisiete años, muerto sobre las cuatro y media de la tarde del pasado viernes a consecuencia de un atentado en el que recibió cuatro balazos en la espalda y uno en la cabeza. En el momento del atentado, el policía armado iba acompañado por Manuel Vázquez, compañero de patrulla de barrio, que se encuentra ingresado en la Ciudad Sanitaria Provincial Francisco Franco, en estado grave, aunque, al parecer, fuera de peligro tras la operación quirúrgica en la que le extirparon el riñón derecho.

El entierro fue realizado en la población de Robledo de Corpes (Guadalajara), en donde el policía armado había nacido y en donde, en la actualidad, viven sus padres. Según la información obtenida, el cuerpo del policía asesinado, cuya capilla ardiente había sido instalada provisionalmente en la tarde del viernes en el Hospital Militar Gómez Ulla, fue trasladado a medianoche del viernes a Guadalajara, capital.En la residencia Fernando Primo de Rivera se le practicó la autopsia, trámite tras el que el cadáver fue trasladado a su población natal, adonde llegó a las tres de la mañana.

Medalla de oro al mérito policial

Sobre las doce de la mañana, y con la asistencia de la familia, compuesta por los padres y por cuatro hermanos, del director general de Seguridad, Mariano Nicolás, a quien acompañaba el inspector general de la Policía Armada, José Timón de Lara, y de los gobernadores de Madrid y de Guadalajara, señores Rosón y Domínguez, se celebró un funeral en la iglesia del pueblo, al que también acudieron unos quinientos policías armados, compañeros del muerto y la mayoría de la pqblación.

Después del acto religioso, el director general de Seguridad le impuso al policía muerto la medalla de oro al mérito policial, en tanto el coronel jefe del tercio de Guadalajara hacía lo mismo con la cruz con distintivo rojo del Cuerpo de la Guardia Civil.

Posteriormente el féretro sería trasladado a hombros por varios compañeros hasta el cementerio, donde Félix García fue enterrado.

No ha sido reivindicado

Veinticuatro horas después de ocurrido el atentado, ningún grupo había reivindicado los hechos, aunque en fuentes policiales se comentaba la similitud del atentado cometido por dos jóvenes, vestidos con prendas deportivas, que actuaron con una gran frialdad tanto al disparar contra los dos policías como al arrebatarles las armas, con los que han protagonizado los GRAPO.

Expertos en balística examinaron, por su parte, los casquillos de los calibres nueve corto y parabellum, encontrados frente al número 96 de la calle de Manuel Pérez, lugar donde se produjo el atentado, ya que se especula con que alguno de los disparos fuera hecho con las mismas armas arrebatadas a los miembros de la patrulla policial.

Entretanto, y en la sala de urgencias de la planta sexta de la Ciudad Sanitaria Provincial Francisco Franco, Manuel Vázquez, de veintiún años, que sufrió tres heridas de bala, se encuentra en estado estacionario dentro de la gravedad. A media tarde, el médico de guardia informó a EL PAÍS que el herido parecía experimentar cierta mejoría y que no se esperaba ninguna complicación en el proceso posoperatorio.