Fraga vaticina un Gobiemo de coalición antes del verano

Manuel Fraga, secretario general de Alianza Popular, vaticinó una nueva crisis de Gobierno antes del verano e insinuó que posteriormente podría haber un Gobierno de coalición, que no tendría que ser necesariamente el Gobierno de concentración nacional propuesto por el PCE, negándose a hacer más precisiones a las preguntas del corresponsal de EL PAIS, en una rueda de prensa celebrada en la mañana de ayer en Gijón, con motivo del mitin «aliancista» del Palacio de los Deportes de Gijón, en el que intervinieron, además del secretario general del partido, Pastor Ridruejo y dirigentes provinciales de Alianza Popular.

Refiriéndose al éxito conseguido, por las minorías en el proyecto de ley de elecciones locales, al especificar que los alcaldes serán elegidos por los concejales entre los primeros de las listas, Fraga Iribarne dijo que ese resultado demostraba que la persuasión tiene más fuerza que el número de votos, pero se negó a hacer comentario alguno ante la pregunta de EL PAIS, formulada en el sentido de que UCD había cedido en la elección del alcalde a cambio de recibir el apoyo de Alianza Popular contra la pro uesta de la comunista Pilar Bralo para que en el Consejo Rector de RTVE cada partido tuviera un voto igual al número de diputados en el Parlamento. «Me niego -dijo- a responder a esa pregunta.»El secretario general de Alianza Popular se mostró contrario a la denominación de gran derecha dada por Silva Muñoz, manifestándose a favor de un gran centro-derecha, en el que podrían caber todos los no marxistas y los no separatistas. « No digo -añadió- que toda esa zona se convierta en un solo partido, pero se puede ir pensando en asociarse, federarse, etcétera. Ustedes miren cómo en batallas que hasta ahora estábamos solos comenzamos a tener más apoyos. Vean, por ejemplo, lo que sucede en el Parlamento y la actitud de Osorio.» Preguntado si el proceso de unidad socialista fomentará la unidad entre Alianza Popular y UCD, respondió con una evasiva: «Se ha demostrado -dijo que era incierto que la izquierda no se uniría si no lo hacía la derecha. La unidad del PSOE y el PSP me parece positiva y no la veo como un peligro. Al contrario, es posible que disminuya los radicalismos.» Su opinión sobre el documento conjunto PSOE-PSP es que si llegara a convertirse en realidad,el nuevo partido sería marxista, de clase y defendería un socialismo autogestionario que considera sencillamente utópico, descartándolo como un partido socialdemócrata, que Fraga considera positivo para España, porque necesita, entiende, una izquierda moderada. Descartó que el PSOE estuviera a punto de gobernar en el país, aunque si, de todas formas, llegara a hacerlo en solitario -aunque afirmó no verlo con claridad y no dentro de un Gobierno de coalición- y el partido fuera lo que se dice en el documento conjunto, no sería nada bueno para el país.

"Olvídense de salvadores"

Ante la pregunta que hace días se hacía en el Sahara un representante de la Democracia Cristiana italiana, al cumplirse el segundo aniversario de la independencia de la República saharaui, sobre si Fraga llegaría a ser un buen demócrata cristiano, afirmó: «Me siento cristiano y demócrata, pero no demócrata cristiano. Nunca entendí esa posición política. Por eso me alegro de la postura de la Iglesia española.» Señaló como condiciones para salvar al país la necesidad de solucionar la crisis de confianza y garantizar el orden público, que, en su opinión, no parece interesar a la izquierda, para reanimar la inversión, pero pedida su opinión en torno a quiénes podrían ser los salvadores, replicó: «Olvídese usted de salvadores. Habrá unas elecciones municipales y unas elecciones legislativas, son ellas quienes deben decidir. » Por lo demás, Fraga explicó el programa de Alianza Popular: no es un partido liberal, ni un partido capitalista, es partidario de la empresa privada y de la pública cuando lo exijan las Circunstancias; está a favor de la economía social de mercado y de la flexibilización de las plantillas como medio para garantizar la producción y defender a los trabajadores.

Fraga ve el futuro de los medios de comunicación social del Estado partiendo de la premisa de garantizar los puestos de trabajo, si bien algunos pudieran recibir algún tipo de compensaciones. En este contexto hay periódicos rentables y otros cuyo mantenimiento resulta imposible. En su opinión, unos pueden ser regionalizados y otros privatizados, pero respetando siempre los puestos de trabajo.