Los convenios del metal, origen de la actual conflictividad laboral
El sector del metal, que está protagonizando en estos días la actualidad laboral, podría convertirse en la chispa que desencadene una primavera caliente en las relaciones industriales, que está en la mente de todos -empresarios, centrales y Administración-, aunque nadie la afronte de forma decidida.
El convenio de Madrid, que afecta a más de 200.000 trabajadores de forma directa y a otros varios cientos de miles -los correspondientes a grandes empresas con convenios propios- de forma indirecta, se ha constituido en un auténtico test para el futuro de la negociación colectiva en España. Las deliberaciones, prácticamente rotas, continúan a duras penas por la decidida intervención del presidente de las mismas. Los trabajadores, ante una patronal inflexible y escasamente representantiva empenada en no negociar los temas sindicales y de intervención y control en las empresas, así como recortar las peticiones salariales de sus plantillas, se ven obligados a recurrir a movilizaciones, paros y acciones de presión. La patronal, perfectamente consciente de lo que hay en juego en el convenio, pretende el laudo y que sea el Gobierno que firmó los pactos de la Moncloa quien se comprometa.Pero no es sólo en Madrid. En Barcelona, en otro convenio que afecta a un centenar de miles de trabajadores del metal, ayer quedaron prácticamente rotas, tras dos meses de deliberaciones, las conversaciones del sector, según una nota de la Unión Patronal Metalúrgica. En La Rioja, según un despacho de Europa Press, fechado ayer en Logroño, los metalúrgicos -más de 6.000 trabajadores- decidieron iniciar una huelga con carácter indefinido. Y numerosas empresas de gran dimensión -sin mencionar -el subdirector de astilleros navales- encuentran graves problemas en cuanto a la homologación de convenios ya firmados o en la determinación de la masa salarial y aplicación de los pactos de la Moncloa.
El inicio de conversaciones en el sector guipuzcoano y la firma del convenio en Asturias, en la madrugada del jueves, son las únicas notas, alentadoras en un panorama que se presenta grave para el sector del metal.
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