Las elecciones generales de Guatemala pueden ser anuladas
Las elecciones generales celebradas el domingo en Guatemala pueden ser anuladas si continúan las presiones de todas las fuerzas políticas del país, que consideran fraudulento el proceso electoral en toda su extensión. Curiosamente, se han sumado a las denuncias de fraude los representantes del candidato al que supuestamente favorecen las alteraciones de los escrutinios.
La situación es tan sumamente tensa que las labores de recuento de votos en la capital, Guatemala, han quedado ya suspendidas. En el ambiente preelectoral ya flotaba la sombra del posible fraude y distintas agrupaciones políticas habían denunciado la inscripción en las listas de votantes de personas fallecidas, la existencia de mesas electorales «fantasmas» y el posible uso de documentos de identidad dobles. A pesar de las reiteradas afirmaciones del actual presidente, general Kjell Laugerud, de que el Gobierno se mantendría neutral en el proceso electoral, el recuerdo de las elecciones de 1974, que llevaron a Laugerud al poder de manera descaradamente fraudulenta, ha contribuido de forma notable a aumentar la desconfianza de políticos y observadores.Laugerud había insistido en que la utilización de computadoras en las tareas de recuento de votos (sistema que se utiliza por primera vez en Guatemala) suponía una garantía de la limpieza de los comicios. Celebrados éstos, resulta que justamente se achaca al procesamiento de los datos la responsabilidad del fraude.
Los primeros resultados conocidos daban la victoria, aunque no por la mayoría que requiere la Constitución, al candidato «oficial», el general Romeo Lucas, de 54 años, candidato por la coalición de dos partidos, el Institucional Democrático y el Revolucionario. Enrique Peralta Azurdia, de setenta años de edad, coronel, que ya gobernó el país entre 1966 y 1969, aparecía en segundo lugar en las preferencias de los votantes. Su partido, el Movimiento de Liberación Nacional, es de extrema derecha.
La oposición demócrata cristiana, que presentó corno candidato al general Ricardo Peralta, sobrino del anterior, ocupaba el tercer lugar en el escrutinio.
La opinión de los observadores es que, si se dan validez a los escrutinios, ninguno de los tres candidatos obtendrá la mayoría necesaria, por lo que será labor del Congreso decidir cuál será el próximo presidente de la República.
El clima existente es, sin embargo, muy poco propicio para que esto suceda. Las circunstancias de la Guatemala de hoy son muy diferentes a las de 1974, y a pesar de la indiferencia generalizada del campesinado, el sector más importante de la población del país, hacia el proceso político, existen grandes deseos de cambio entre la minoría urbana y propósitos decididos de no acepar engaños ni fraudes.
La presencia de una gran muchedumbre en la plaza de la Municipalidad de Guatemala, donde se realizan los escrutinios, es un testimonio de que existe auténtico interés por controlar el recuento de los votos.
Hasta ahora no se han producido incidentes. El ejército y la policia, sin embargo, han recibido órdenes de permanecer alerta por si fuera precisa su intervención.
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