Marruecos utiliza aviones de EE UU sin su permiso
Marruecos ha utilizado aviones de combate de fabricación norteamericana en su lucha contra las guerrillas del Frente Polisario en el antiguo Sahara español, lo que supone una violación de los acuerdos secretos de 1960 sobre asistencia militar entre Rabat y Washington, según reconoció ayer ante el Congreso un alto funcionario del Departamento de Estado, quien, sin embargo, calificó de «no grave» esta violación.
Nicholas Veliotes, subsecretario adjunto para el Cercano Oriente del Departamento de Estado, testificó ayer ante una sesión conjunta de los subcomités de Africa y de Organizaciones Internacionales de la Cámara de Representantes norteamericana. El motivo de la audiencia fue informar a los legisladores de la situación en Marruecos y en el Sahara occidental, en relación con la asistencia militar de Estados Unidos al reino marroquí y a la posible utilización por éste del equipo bélico made in USA en la antigua colonia española.
A preguntas de los congresistas, Veliotes reconoció que el Ejército marroquí ha utilizado, desde hace año y medio por lo menos, entre seis y diez aviones de combate F-5 en la guerra contra el Frente Polisario. El funcionario norteamericano dijo también que Washington había avisado a Rabat, a finales del pasado año, que dichos aviones están sujetos a las restricciones que impone el acuerdo de 1960, por el que Marruecos se comprometió a no utilizar el equipo militar vendido por Estados Unidos fuera de sus fronteras.
Postura vaga
La postura oficial de Washington hacia el Sahara occidental fue calificada por Donald Frazer, presidente del Subcomité de Organizaciones Internacionales, como «por lo menos vaga y conflictiva». Norteamérica apoyó en las Naciones Unidas el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, pero no se pronuncia sobre si este derecho se ejerció -como pretenden Marruecos y Mauritania-, a la vez que, aunque se declara neutral en el conflicto, suministra armas a Marruecos.El Congreso norteamericano debe discutir la aprobación de ayuda militar anual al reino marroquí por valor de 45 millones de dólares, pero recientemente Rabat pidió equipo antiguerrilla por valor de cien millones de dólares extra. Según reconoció Nicholas Veliotes, el Gobierno marroquí ha dejado bien claro que quiere este equipo bélico para utilizarlo en el Sahara occidental. Ahora bien, como Washington no reconoce, por el momento, la soberanía de Rabat sobre ese territorio, habría que modificar los acuerdos de 1960 para permitir al ejército marroquí utilizar las armas norteamericanas en la antigua colonia española y quizá también en Mauritania.
No obstante, y según informó el New York Times, el pasado martes el Departamento de Estado habría decidido retrasar indefinidamente la autorización de la venta extra de armas antiguerrilla a Marruecos.
Nicholas Veliotes expuso ante el Congreso una serie de aspectos conflictivos que afectan a la situación en el Sahara occidental, y que enumeró así:
- Un movimiento pro independentista coherente existía ya en el Sahara antes de la retirada española.
- Marruecos y Mauritania alegan que la anexión del territorio fue legitimada por la Yemaa en febrero de 1976.
- Esta postura no ha sido aceptada por la ONU o por la gran mayoría de sus miembros.
- Es imposible determinar si el Frente Polisario representa actualmente a la mayoría de los habitantes del antiguo Sahara español.
- El Polisario recibe fondos, armas y entrenamiento de Gobiernos extranjeros y probablemente incluye un cierto número de no saharauis entre sus fuerzas militares.
- Con una población de 74.000 habitantes (según el censo español de 1974), el territorio no sería fácilmente viable como un Estado independiente en la comunidad internacional.
- Mientras continúe la guerra de guerrillas, no será posible probablemente- celebrar un acto de autodeterminación que pueda considerarse como libre y justo.
