"El mayor problema con que cuenta la prensa hoy es el de la innovación tecnológico"
Con una tirada que se aproxima a los 200.000 ejemplares, una cobertura importante a nivel internacional, una situación financiera boyante como lo demuestran los dos centenares de periodistas que en plantilla cuenta, el Financial Times, diario de carácter económico británico, se aparece como uno de los más prestigiosos periódicos europeos. Con motivo de las jornadas sobre Negocios en España, que organizó días pasados, Carlos Díaz Güell mantuvo una entrevista con el presidente de su consejo de administración, A. V. Hare.
EL PAÍS: ¿Qué peso específico tiene el Financial Times en las áreas económicas que cubre?A. V. Hare.: En primer lugar, creo que hay que dejar claro que el Financial Times no es sólo un diario económico. No creemos en un periódico económico puro, sino que damos una visión global de la actualidad. Valga como respaldo de lo que digo que el pasado año la sección de carreras de caballos de nuestro periódico fue considerada como la mejor que se publica en el Reino Unido. Una vez dicho esto, convendrá decir que el Financial Times va dirigido hacia un abanico muy concreto de lectores como son los dirigentes de empresas y de las políticas económicas de los grandes sectores industriales. El simple hecho de tener este tipo de lectores es ya significativo en cuanto al peso específico que tenemos. Por otro lado, las predicciones del FT en el terreno financiero suelen tener una importante relevancia, ya que las que se realizan concretamente sobre los tipos de interés tienen incidencia posterior en la marcha de mercado.
EL PAÍS: Desde la cúspide de un diario económico como el FT, ¿qué elementos deben privar más un periódico de mercado cariz económico: la información o la opinión?
A. V. H.: Hay que considerar que ambos aspectos entran dentro de los campos en que se ha de mover el periodismo. Sin embargo, desde el FT, preferimos no exprimir tanto opiniones como interpretar las noticias o los hechos que se producen. En el mundo de los negocios, las noticias se deben evaluar y no sólo ofrecerlas friamente.
EL PAÍS: Un diario como el FT debe ser un fruto apetecido para los grandes intereses económicos especialmente británicos. ¿Hasta qué punto es fácil mantener la independencia profesional de un diario como el FT?
A. V. H.: Todos los que colaboramos a hacer todos los días el FT consideramos la independencia de nuestro periódico y nuestras opiniones como absolutamente prioritarias. Entiendo que puede ser difícil comprenderlo, pero la independencia es importante para la marcha de una publicación, como la nuestra. Si pusiésemos como ejemplo las elecciones que han existido en Gran Bretaña se puede comprobar que hemos apoyado en repetidas ocasiones a los conservadores, pero hemos hecho lo mismo con los laboristas en otros momentos electorales. Quizá el cómputo final se incline hacia los conservadores, pero nuestras relaciones con los laboristas son excelentes. Es interesante resaltar en este sentido que la independencia es nuestra mejor forma para conseguir una cartera publicitaria importante y una tirada que se mantiene en cotas elevadas.
EL PAIS: ¿Cuál es la estructura del capital dentro de la empresa que publica el FT?
A. V. H.: La empresa que edita el FT -Pearson Longman Ltd-, entre otras actividades el 50% de The Economist, la propiedad de la revista The Banker y de departamentos de información y noticias. Esta empresa cotiza en Bolsa y por tanto está sujeta a cuantos cambios de accionistas el mercado así lo demande.
EL PAÍS: ¿Es partidario de la participación de los profesionales en la empresa periodística?
A. V. H.: Considero esta cuestión como necesaria, aunque no tenemos ningún plan establecido en este sentido. Sin embargo, considero que sí debe haber alguna participación de los trabajadores en el capital de la empresa, esta participación debe ser de la totalidad de la plantilla y no sólo de los profesionales del periodismo.
EL PAÍS: Usted conoce la crisis por la que cstá atravesando la industria periodística, ¿Qué soluciones tiene?
A. V. H.: El principal y casi único problema de carácter especial es de carácter tecnológico. Hoy en día, una buena parte de las empresas tecnológicas están en buena medida obsoletas y esto es algo que hay que variar.
La estructura de costes en una empresa de este tipo es importante y por tanto hay que ir a innovar técnicamente a la empresa con objeto de reducir estos costes.
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