El Liceo Francés

En EL PAÍS del sábado 18 de los corrientes, página veinte, se publica una noticia bajo el título «Quejas contra deficiencias en el funcionamiento del Liceo Francés», expuestas a ese diario por «un grupo de padres de alumnos» del mismo.Desde hace años cursan en el Liceo sus estudios dos hijos míos, y no solamente no comparto dichas quejas, sino que bien al contrario, quiero expresar aquí mí satisfacción porque en España contemos con esta institución de tanto prestigio pedagógico en todo el mundo, gracias al esfuerzo cultural de Francia. He encontrado siempre en «monsieur le proviseur» y en el magnífico cuadro de profesores atenta acogida a mis preguntas y sugerencias, y no tengo noticia de manipulaciones en la asociación de padres de alumnos. Me parece injusto que se le califique de.«figura autoritaria». Es el director del Liceo y desempeña su cargo -respetando opiniones de padres, profesores y alumnos cuando procede- con la eficacia que sería imposible interviniendo asambleas como las que parece que se pretende y cuya absoluta inoperancia se ha demostrado ya en otros centros. Me parece, por último, inadmisible la especie, que también se pretende difundir, de que el Liceo se está convirtiendo en un colegio para ricos e influyentes, pues una simple estadística demostraría que no es exacto.

Tal especie me parece demagógica y con visos de una politización rechazable e improcedente. Creo que mis opiniones son compartidas por otros muchos padres. Preocupémonos, sin publicidades innecesarias y cuya intención me parece turbia, de solventar los problemas que puedan existir en la educación de nuestros hijos, dentro del cuadro natural del Liceo, y no tratemos de politizar lo que no debe politizarse.