Israel sigue con atención el enfrentamiento Egipto-0LP

La abierta hostilidad entre Anuar el Sadat y la OLP (Organización de Liberación de Palestina), e incluso directamente entre egipcios y palestinos, no deja indiferente, ni mucho menos, a los medios políticos israelíes. Para algunos observadores israelíes, el violento clima antipalestino que impera en Egipto puede ser «una oportunidad única» para eliminar definitivamente a la OLP de la negociación, e introducir a Jordania en las negociaciones egipcio-israelíes.La prensa de Israel ha dedicado lugar privilegiado a las informaciones sobre las manifestaciones antipalestinas que tuvieron lugar en El Cairo con motivo del sangriento incidente de Larnaca (Chipre), sin embargo, no aparecen editoriales ni comentarios sobre estos acontecimientos.

Esta prudencia puede explicarse en el sentido de que una aprobación abierta de la acción de los comandos de Sadat o una expresión de regocijo por el clima antipalestino de Egipto, podría suministrar a los países árabes del «frente de la firmeza» un argumento suplementano contra las iniciativas de Sadat.

Los observadores israelíes se mantienen también prudentes. Consideran que una cosa es la cólera real de Sadat contra los palestinos, pero otra sus exigencias políticas planteadas a Israel: retirada total de los territorios ocupados,en la guerra de 1967 y reconocimiento del derecho de autodeterminación de los palestinos.

Precisamente ayer, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Moshe Dayan declaró en el Parlamento que «sin un cambio sustancial de nuestra postura hacia el problema palestino dudo que pueda haber progreso en las conversaciones con Egipto». Sin embargo, Dayan añadió inmediatamente: «...A menos que Jordania se una a las negociaciones.»

Con relación a este último punto, el mismo Dayan había manifestado días atrás que Jerusalén está dispuesto a discutir una propuesta «seria» sobre un reparto de Cisjoirdania. Israel renuncia a sus proyectos de autonomía y entregaría una parte de la región a Jordania, a cambio del reconocimiento de unas «fronteras seguras y reconocidas» entre Israel y Jordania.