Sectores de la oposición boliviana escogen a un candidato militar

La candidatura presidencial del general Juan Pereda, apoyada en forma abierta por el Gobierno boliviano de Hugo Banzer, ha sufrido dos serios reveses en el plazo de pocos días. El primero es la retirada del apoyo prometido inicialmente por el partido Falange Socialista Boliviana, derechista, y el segundo la postulación de otro militar, el general René Bernal, como candidato de un frente electoral de oposición.En los medios políticos bolivianos, en los que ya se consideraba muy débil la posición del candidato «oficial», se estima que las nuevas circunstancias pueden, incluso, producir la renuncia del general Pereda a su candidatura.

René Bernal, que fue uno de los más firmes colaboradores del presidente Banzer, ocupó el Ministerio de Defensa hasta la crisis gubernamental del pasado mes de noviembre. Se le considera como un militar «institucionalista», opuesto al continuismo del régimen de Banzer y partidario de que las fuerzas armadas de Bolivia regresen definitivamente a los cuarteles.

Tres partidos apoyan, en principio, la candidatura del general Bernal: la Democracia Cristiana, grupo en el que ingresé como militante después de su renuncia a la cartera de Defensa; el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda, que encabeza el ex presidente Hernán Siles Suazo, y el Partido Revolucionario Auténtico, cuyo secretario general es también un ex ministro, Walter Guevara, que se ocupó de los asuntos exteriores.

Estas tres formaciones políticas, unidas desde hace años por diversas alianzas, deberán resolver un escollo importante para consolidar la candidatura del general René Bernal. Hernán Siles Suazo, dirigente del MNRI, había mostrado desde su exilio venezolano su disposición para presentarse también como candidato a las elecciones presidenciales. Hernán Siles tiene una bien ganada fama de demócrata combativo, y los observadores le adjudicaban la facultad de recibir los votos de la mayoría de los partidos de oposición. Siles Suazo parece dispuesto a renunciar a la candidatura en favor de la de René Bernal, quien, con su personalidad moderada, podría disipar los temores de «izquierdismo» que Hernán Siles despierta entre los sectores burgueses partidarios del cambio pero no de la ruptura.

De cualquier modo, la presencia en la escena política del general Bernal parece haber contribuido a aclarar el panorama preelectoral boliviano, un tanto confuso por la atomización de partidos y la inexistencia de frentes comunes capaces de neutralizar la indudable fuerza del general Juan Pereda, que cuenta con todo el apoyo de la maquinaria del poder.