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Reportaje:

Vecinos de Tanes (Asturias) resisten a las aguas de un embalse

El origen del contencioso planteado entre los vecinos y las concesionarias del embalse, el Consorcio para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento de la Zona Central de Asturias e Hidroeléctrica del Cantábrico, está en la falta de acuerdo en la valoración de las expropiaciones.El complejo hidráulico está situado en el curso alto del río Nalón, en el concejo asturiano de Caso. El embalse, que cierra un angosto valle entre dos moles de roca caliza, y sirve de apoyo a la gran presa, anegará la parte baja del pueblo de Tanes, situado unos tres kilómetros aguas arriba, y llegará a rozar los cimientos de algunas de las de Caoballes.

Algunos de los vecinos han llegado a un acuerdo con las empresas concesionarias y se han trasladado al barrio de arriba; en cambio, otras familias se niegan a abandonar sus viviendas: «No nos marchamos de aquí -afirman resueltamente- si no pagan antes lo que creemos que vale esto. Moriremos en el pueblo si hace falta. Tenemos preparados neumáticos de automóvil y tablones para hacer una lancha y poder sobrevivir hasta que nos solucionen nuestro problema; Si nos dan lo que pedimos en veinticuatro horas evacuamos y nos llevamos lo imprescindible.»

«Sólo desaparecen ocho casas -dice un portavoz de Hidroeléctrica del Cantábrico-. Dos de ellas permanecieron cerradas la mayor parte del año, salvo temporadas en que las habitaban sus dueños. En otra casa hubo arreglo entre las concesionarias y los propietarios. Quedan, por tanto, cinco casas en litigio que el jurado de estimación tasó y, muchos de ellos, incluido Muebles Arga, cobraron la indemnización correspondiente, aunque han apelado por no estimar suficiente el justiprecio. Pero ni han devuelto lo cobrado ni dejan ocupar a los concesionarios los terrenos pagados.»

Los vecinos afectados se quejan de la valoración de sus propiedades: «Pretendemos que nos traten como a los vecinos de Riaño (León) cuando les expropiaron sus casas y sus tierras. Aquí no se ha tenido en cuenta ni el valor real de las haciendas ni nuestras peticiones. Nos quieren dar dos o tres millones de pesetas por todo, en los casos más favorables, cuando con ese dinero apenas si podemos comprar un piso en otra parte. »

La fábrica de Muebles Arga, con 32 trabajadores, continúa su actividad, aunque algunas de sus máquinas han quedado inutilizadas por la inundación del sótano. Sus propietarios piden 48 millones de indemnización; Hidroeléctrica les ofreció dieciocho, y el jurado de estimación la valoró en diez millones. «No estamos dispuestos -amenazan- a marchar de aquí; podemos resistir lo que nos venga encima. Con unas ruedas de coche y unos tablones amarrados resistiremos ... ». La réplica de Hidroeléctrica del Cantábrico es que la fábrica «no desaparece, sino que será trasladada a Pola de Laviana. Las concesionarias ofrecieron en otro tiempo trasladar la industria a la parte alta de Tanes, pero sus dueños no accedieron. Los trabajadores van a cobrar el seguro de desempleo durante el tiempo que dure el traslado y apertura de la nueva fábrica en Pola de Laviana, de donde son la mayor parte de los trabajadores.»

El traslado tiene un precio

Mientras el gobernador civil considera procedente la solicitud del consorcio «para evitar la ilegal permanencia de los expropiados en los bienes ocupados», el abogado de éstos, el catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Oviedo, Manuel Iglesias Cubría, estima que «los derechos indemnizables por traslado de poblaciones no se han pagado, ni consignado, ni reconocido, y hasta la fecha no es cierto que el Consejo de Ministros los haya denegado, ni cabe entender el silencio como una denegación». En su opinión, los derechos de indemnización por traslado de poblaciones son unos derechos que nada tienen que ver con los justiprecios por rústica o urbana pagados por las empresas. Según el jurista, la ley de Expropiación Forzosa previene que en el caso de que se vean afectados núcleos de población, aun cuando se trate de simples caseríos o barrios que no lleguen a constituir entidades locales menores, tienen derecho a que el Consejo de Ministros establezca los tipos de indemnización abonables por los conceptos de cambio de residencia, reducción del patrimonio agropecuario, disfrute de terrenos comunales, etcétera.

El consorcio, origen del contencioso

En marzo de 1967, trece municipios asturianos, entre ellos los más importantes -Oviedo, Gijón y Avilés-, firmaron, en presencia del entonces ministro de Obras Públicas, Federico Silva Muñoz, un acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Norte de España y la Diputación asturiana para constituirse en consorcio con el fin de lograr el abastecimiento de aguas a la zona central de Asturias. El acto se llevó a cabo en la propia Diputación de Oviedo, presidida entonces por José López Muñiz, a la que acudiría en septiembre del mismo año el ministro de la Gobernación, Camilo Alonso Vega, para aprobar los estatutos de la sociedad y su forma de «consorcio», inédita hasta entonces en España.Las obras no comenzaron hasta 1970, debido a problemas administrativos. El Ayuntamiento de Langreo, disconforme con las previsiones del estudio técnico, impugnó el acuerdo, alegando que los pueblos situados río abajo de los embalses se verían perjudicados, al no garantizarse un caudal suficiente al río Nalón.

La empresa Hidroeléctrica del Cantábrico se unió al consorcio para aprovechar las posibilidades que ofrecía el embalse como salto de agua. Un tribunal de arbitraje fijó la participación en los gastos que ocasionasen las obras: Hidroeléctrica correría con el 60% y el consorcio, con el 40%. El complejo hidráulico consta de dos embalses: uno grande, llamado de Tanes, con una presa, de casi cien metros de altura, capaz de embalsar 35 millones de metros cúbicos de agua, y otro, más pequeño, si tuado aguas abajo del pueblo de Rioseco, cerrado por una presa de veintiocho metros de alto, que em balsará unos cuatro millones y medio de metros cúbicos.

La central eléctrica está situada junto al embalse de Tanes, en una gran caverna excavada en la roca. El agua, al bajar desde el embalse de Tanes hasta el de Rioseco mueve las turbinas que generarán energía. Por la noche, y aprovechando el excedente de producción de energía eléctrica de las centrales térmicas de Hidroeléctrica, situadas en la región asturiana, el agua del embalse de Rioseco será bombeada hacia el embalse de Tanes, con lo que la central hidroeléctrica puede decirse que funcionará en circuito cerrado.

Para los vecinos de Tanes de Abajo la suerte está echada. Desde el pasado día 19 de enero, las concesionarias pueden ocupar legalmente los terrenos. El agua del río Nalón, momentáneamente detenida, avanzará inexorablemente y sepultará sus viviendas. No lo evitarán ni Carrillo, ni Garrigues. La semana pasada, el secretario general del PCE le expuso al ministro de Obras Públicas, durante el Pleno del Congreso, la firme decisión de los vecinos de ño abandonar sus viviendas. Pero Tanes quedará bajo las aguas.

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