En Sicilia se ensaya una solución para la crisis política italiana
El democristiano Piersanti Mattarella fue elegido ayer presidente de la región siciliana con los votos de los seis partidos del «arco constitucional»: democristianos, comunistas, socialistas, socialdemocráticos, republicanos y liberales. Es la primera vez que los comunistas votan a favor de un democristiano para presidente de región.
Mattarella, hijo de un ex ministro, es el líder en Sicilia de la corriente democristiana que inspira el presidente del partido, Aldo Moro.
Composición de la junta
La junta regional siciliana estará formada por democristianos, socialistas, socialdemócratas y republicanos, mientras comunistas y liberales formarán parte de la mayoría, apoyando desde fuera un programa concertado.En los medios políticos se resalta la importancia de esta solución, porque lo que suele ocurrir a nivel nacional se experimenta antes en la gran isla mediterránea. La Democracia Cristiana se había negado hasta ahora a aceptar los votos comunistas en las asambleas locales, aunque en Sicilia los comunistas habían votado en los dos últimos años la confianza al Gobierno que dimitió el 22 de diciembre pasado, formado por democristianos, socialistas, socialdemócratas y republicanos. La asamblea regional está compuesta por 39 democristianos, veinticuatro comunistas, diez socialistas, seis neofascistas, cuatro republicanos, tres demonacionales, dos sociaIdemócratas y dos liberales.
A nivel nacional, sin embargo, prosiguen las ambigüedades y el atascamiento. Los socialistas insisten en que hay que llegar a una solución cuanto antes. El problema lo plantean esta vez los liberales, que se niegan a codearse con los comunistas, incluso en una mayoría. Se consideran una «alternativa al comunismo» y, por tanto, no quieren colaborar con ellos en modo alguno.
Esta actitud rígida de los liberales ha vuelto a provocar la tempestad en la Democracia Cristiana. Sus grupos moderados que habían aceptado a regañadientes un acuerdo programático con los comunistas bajo la garantía de los líderes parlamentarios, vuelven a rebelarse o a enturbiar las aguas.
Reconocimiento de la economía de mercado
Es más, ayer, en una reunión de los grupos parlamentarios democristianos, el actual ministro en funciones de la Industria, Carlo Donat Cattin, pidió que en el programa económico, que está preparando Andreotti para proponerlo a los partidos a principios de la semana próxima, se incluya el principio de reconocer la economía de mercado. Donat Cattin, que es líder de la corriente «fuerzas nuevas» en su partido, impone así una condición que no aceptarán fácilmente los comunistas y socialistas, dándole a Andreotti un quebradero de cabeza más o torpedeando incluso su dificil intento de formar un Gobierno con el voto explícito de los seis partidos del «arco constitucional».Andreotti por ahora medita, prepara el programa a base del borrador concertado por los técnicos de los seis partidos y comenzará la semana que viene la tercera ronda de consultas.
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