Transporte y minusválidos
Uno de los problemas que más me aflige, en este depresivo y gigantesco Madrid, es el del transporte; tiempo, dinero y descanso empleamos todos los días para ir de un sitio a otro. Para los minusválidos, ciudadanos de segunda, el problema es insuperable, ningún transporte está pensado para ellos.Mi ruego es el siguiente: que la EMT habilitase determinadas unidades de su flota de autobuses para que, por medio de rampas, pudieran acceder a ellos todos los ciudadanos, incluidos los minusválidos, si a esto se uniera el establecimiento en las paradas de la frecuencia de paso de estos autobuses se podría prestar un servicio de consecuencias enormemente beneficiosas para los minusválidos.
Estoy dispuesto a pagar la parte que me corresponda en impuestos, si el déficit crónico de la EMT aumenta en algunos millones más por este motivo.
Si luchamos, incluido el señor alcalde, por favorecer a los miembros menos favorecidos de nuestra sociedad, se nos podría llamar justos y civilizados, eso sin contar las simpatías que este hecho despertaría, de realizarse, cara a las elecciones municipales.
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