El Gobierno, optimista ante las perspectivas económicas

Una sesión informativa llevó por primera vez optimismo económico al Parlamento, de la mano de un economista prestigioso y celoso de su independencia política como el profesor Fuentes Quintana. Sin embargo, el talón de Aquiles de su exposición y de sus respuestas a los diputados residió en el tema del paro. Aunque es verdad que su intervención quedó circunscrita a la política monetaria (resultó curioso que nadie, ni a la izquierda ni a la derecha, protestara por el cambio del objeto de la sesión, convocada para recibir información sobre «las coordenadas de la economía española»), su discurso quedó cojo cuando ofreció cifras concretas sobre contención de la inflación y del desequilibrio de la balanza de pagos, y apenas dijo nada sobre el remedio del paro. Es más, consideró injusto plantear este problema sólo al Gobierno. En todo caso, las malas noticias que ofreció sobre las perspectivas de inversión -a las que el señor Fuentes Quintana liga el remedio al problema del paro- anticipan un panorama negro en este terreno.

En lo que se refiere a la lucha política, de nuevo se enfrentaron ayer -como en el Pleno del miércoles- las concepciones económicas del franquismo, representadas por los diputados de Alianza Popular (ayer de nuevo Gonzalo Fernández de la Mora), y del actual Gobierno, más acorde con los tiempos que corren. Fuentes Quintana intentó convencerles, a ellos y al empresariado español, de que ya existe una nueva sociedad.