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Discurso optimista de Carter al Cumplir su primer año en el poder

Al cumplir su primer año en el poder, el presidente Jimmy Carter calificó de «saludable» el estado de Norteamérica, en un discurso pronunciado ante las dos Cámaras del Congreso, y enumeró las tres metas principales de su política exterior: garantizar la seguridad de Estados Unidos, la paz en el escenario internacional y el crecimiento y estabilidad de la economía mundial.

Interrumpido en más de cuarenta ocasiones por los aplausos, Carter empleó casi una hora en pronunciar el tradicional «discurso sobre el estado de la Unión», que responde a la exigencia constitucional de que una vez al año el presidente informe al poder legislativo de la situación por la que atraviesa el país. Fue éste el primer discurso de Carter sobre la situación de su país, pero no su primera intervención ante senadores y congresistas, ya que el pasado mes de abril presentó su programa energético ante una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes.Pese a que los sondeos de opinión muestran en los últimos meses un notable descenso de la popularidad de Carter, éste defendió su gestión y dijo que 1977, su primer año en la Casa Blanca, había sido un buen año para Norteamérica. «Militar, política, económica e ideológicamente, el estado de nuestra Unión es saludable», comenzó diciendo el presidente.

Como se esperaba, el discurso presidencial se centró esencialmente en temas económicos y energéticos. Carter aseguró que durante el año pasado se habían alcanzado todos los objetivos económicos de su Gobierno y señaló que se habían creado cuatro millones de nuevos puestos de trabajo, que el índice de paro forzoso había descendido y que la tasa de inflación había sido contenida.

Tras anunciar una reducción de impuestos que supondrá a la familia media norteamericana, de cuatro miembros, un ahorro anual de 250 dólares (unas 20.000 pesetas), Carter recordó que Estados Unidos gasta a diario 120 millones de dólares en petróleo extranjero y urgió la necesidad de actuar en el campo energético, pidiendo así de forma indirecta al Congreso que apruebe su paquete de medidas sobre la energía, que tantas dificultades está encontrando para obtener la ratificación del legislativo.

En la pequeña parte de su discurso dedicada a política exterior, el presidente aseguró que las decisiones en este campo deben de pasar la prueba de la libre discusión y examen por la opinión pública, para asegurar después que si comete un error en este aspecto será más bien en el lado de la franqueza y apertura hacia el pueblo norteamericano.

Refiriéndose a su política de defensa de los derechos humanos, Carter dijo haber echado la base moral de la política exterior de Estados Unidos y manifestó que el mundo entero debe saber que Norteamérica se mantendrá firme en su apoyo a los derechos del hombre. «No esperamos resultados rápidos o fáciles -añadió-, pero hubo un movimiento significativo hacia mayor libertad y humanidad en varias partes del mundo.»

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