El general Vega elogió la capacidad militar de Líster y Modesto
El teniente general Vega Rodríguez, jefe del Estado Mayor del Ejército, elogió la capacidad militar de Líster y Modesto, jefes del Ejército republicano en la guerra civil española, durante el discurso pronunciado en la sede de su cuartel general con motivo de la celebración de la Pascua militar. La referencia a los militares republicanos, recogida por Europa Press, produjo gestos de extrañeza y de contrariedad en algún sector de los militares asistentes, e hizo que el teniente general Iniesta Cano, que estaba presente en el acto en lugar muy visible, se santiguase.
El discurso del teniente general Vega Rodríguez fue el último de los pronunciados ayer, con motivo de la Pascua militar, por los jefes de los estados mayores de los Ejércitos de Tierra, de Aire y de la Armada. El ministro de Defensa, teniente general Gutiérrez Mellado, presidió los tres actos, que se celebraron en los respectivos cuarteles generales de cada Ejército.Después de cada discurso, e ministro de Defensa felicitó a lo miembros de cada Arma y pronunció los gritos de ¡ Viva España! y ¡ Viva el Rey!, al mismo tiempo que rogaba a los asistentes que le acompañasen con las mismas exclamaciones. Inmediatamente después, el ministro de Defensa saludó a los jefes militares y se mezcló con la oficialidad, con cuyos miembros dialogó informalmente durante algunos minutos.
En una extensa alocución, e teniente general Vega Rodríguez, jefe del Estado Mayor del Ejército, se refirió a la misión de esta institución y a los problemas que actualmente preocupan al mando. «El Ejército -dijo- no es un cuarto poder, sino que, a veces, se arroga el poder ejecutivo cuando el pueblo, por determinadas circunstancias, le da su confianza, cosa que ahora no ocurre.» Las misiones de defensa interior y exterior de la nación y de las instituciones, señaló, son atribuciones conferidas al Ejército por el artículo 36 de la ley Orgánica del Estado, aún vigente, y se contemplan también en el proyecto de Constitución que próximamente será sometido a las Cortes. «El Ejército interviene en caso de peligro de las instituciones por razones objetivas y legales, pero no porque lo decidan un grupo de amigos.»
El jefe del Estado Mayor del Ejército se refirió también a la desigualdad de trato que recibe la institución militar en relación con la que se otorga a los colegios profesionales, que también son instituciones, por las negligencias que cometen sus miembros.
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El mando hizo balance de la situación en los tres Ejércitos
(Viene de primera página)A este respecto señaló la necesidad de que la prensa no responsabilice a la institución militar de las faltas que cometen sus miembros. En otra parte de su discurso, el teniente general Vega Rodríguez manifestó que «es necesario rejuvenecer el Ejército sin medidas drásticas y sin perjudicar a nadie», y agregó que «el Ejército no puede convertirse en un asilo», ya que la finalidad principal del mismo es la eficacia. «Aunque a veces nos sintamos irritados por pellizquitos de monja, el Ejército debe mantenerse sereno y cumplir con su misión profesional», manifestó en otro momento de su discurso el teniente general Vega Rodríguez.
«Líster y Modesto, capitanes generales competentes»
Se refirió también a la eficaz acción social que realiza el Ejército, y dijo que «nosotros podemos acoger a una gran parte de la masa juvenil en paro laboral, debidamente remunerados, y contribuir de este modo a solucionar el problema del paro». En relación con este tema, el teniente general Vega Rodríguez expuso la teoría del voluntariado, del que podrían salir verdaderos especialistas, y que serviría para despertar vocaciones militares entre personas que podrían llegar a ser capitanes generales, como ocurrió en la guerra de España «no sólo en nuestro bando, sino en el contrario», y que, de haber recibido la debida formación militar, hubieran podido llegar a ser perfectamente capitanes generales competentes, como Líster y Modesto.
La referencia a los dos militares de la República, recogida por Europa Press, produjo, según la misma agencia, gesto de extrañeza y de contrariedad en algún sector de los militares asistentes. Así, el teniente general Iniesta Cano, que asistía al acto en lugar visible, se santiguó, lo que pudo ser percibido por todos, aunque probablemente no fuera apreciado por el teniente general Vega Rodríguez, que continuó con su discurso (al terminar el acto, lo pronunciado y las reacciones fueron objeto de amplios comentarios).
Respecto a los objetores de conciencia y a los soldados casados, el jefe de¡ Estado Mayor del Ejército manifestó que «hay que buscar soluciones equitativas y justas, porque es un problema real que tenemos planteado», y afirmó que se está estudiando la posibilidad de sacar los cuarteles fuera de las ciudades, para lo cual se tiene en proyecto el traslado de los mismos a los CIR.
Actos en las sedes de la Armada y del Aire
El teniente general Alfaro Arregui, jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, pronunció en la sede de su cuartel general un breve discurso, en el que expuso las actividades de este Arma durante el pasado año en sus aspectos orgánico y operativo, así como las líneas generales de actuación de la misma para 1978. Entre las actividades realizadas destacan la entrada en servicio del sistema semiautomático de defensa aérea y la adquisición de diez aviones CASA-212 de transporte ligero, ocho aviones Phantom, cuatro con plena capacidad de reconocimiento y cuatro de combate, que entrarán en servicio este año.
El teniente general Alfaro se refirió también al desarrollo del programa F-1 para la adquisición de 48 aviones de este tipo para los años ochenta, y la elaboración de un programa aéreo mínimo, presentado al presidente del Gobierno el 24 de noviembre, el cual contempla los medios aéreos necesarios para hacer frente a las amenazas probables y peligrosas durante la próxima época.
Por su parte, el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Luis Arévalo Pelluz, se refirió en un discurso pronunciado en la sede de su cuartel general a los problemas con los que se enfrenta la Armada y a las realizaciones en curso. Entre los primeros resaltó el déficit de unidades de combate, que puede agravarse en años sucesivos, si no se toman las medidas necesarias,
Asimismo dijo que «uno de mis mayores empeños es buscar soluciones para mejorar la fluidez de los escalafones y que accedan a los puestos de mayor responsabilidad quienes sean competentes para ocuparlos; también me esforzaré en encontrar fórmulas que eliminen cuestiones de competencia, aunque en el fondo muchas sean más aparentes que reales».
