Desacuerdo entre Dayan y Begin sobre el plan de paz israelí para Oriente Próximo
Un grave desacuerdo sobre el plan de paz para Oriente Próximo estalló ayer entre el primer ministro de Israel, Menahem Begin, y su ministro de Defensa, Moshe Dayan. Esta divergencia parece se uno de los primeros resultados visibles de la entrevista de Begin con el presidente de Egipto, Anuar el Sadat, en Ismailía, el domingo y el lunes pasados.
Dayan no participó de la reunión del Gabinete israelí, convocada ayer por Begin con el propósito de informar sobre sus conversaciones con Sadat. Su ausencia en un consejo de ministros tan importante -hoy el Parlamento deberá pronunciarse sobre el proyecto de Begin y sus negociaciones con Sadat- se debió a un viaje de Dayan al exterior, pero esta justificación no desmiente las discrepancias surgidas entre los dos estadistas israelíes. Dayan critica al «premier», en el sentido de que «Begin está yendo demasiado lejos» en el terreno de las concesiones a Egipto. Los primeros síntomas del desacuerdo entre ambos se manifestaron la semana pasada, cuando Begin envió a El Cairo al ministro de Defensa, general Weizman, y no a Dayan, con el encargo de preparar la cumbre de Ismailía.También ha resultado significativo que Dayan haya dado una opinión diferente a la de Begin sobre los resultados de esas conversaciones. Mientras Begin, a su regreso a Jerusalén, se ha declarado «optimista», Dayan dijo en una entrevista televisada que se siente «muy inquieto» a causa de la situación surgida de las negociaciones. Dayan subrayó además su «desaliento» ante la insistencia de Sadat acerca del derecho de los palestinos a la autodeterminación en los territorios ocupados. «Israel -dijo el ministro de Asuntos.Exteriores- se encuentra así ante una opción difícil: llegar a un acuerdo con Sadata cambio de concesiones extremadamente costosas, o renunciar a ese acuerdo.»
Hoy, duro debate en el Parlamento
Entretanto, Begin deberá afrontar hoy un duro debate en el Parlamento. El primer ministro ha acordado ya la libertad devoto a los diputados de su partido, el Likud. En consecuencia, se prevé que buen número de parlamentarios de ese partido se abstendrán, para expresar así su desaprobación al plan de paz de Begin sin recurrir, al mismo tiempo, al voto negativo, que sería interpretado como una censura al jefe del Gobierno, con los consiguientes peligros de crisis.
También la oposición de extrema izquierda (ocho diputados) votará contra Begin o se abstendrá, aunque por razones, naturalmente, muy diferentes a las de los «halcones» del Likud.
Si la tendencia a la abstención se propaga al sector laborista, en el que algunos califican a Begin de demasiado «blando» y otros de demasiado «duro» en sus negociaciones con Sadat, el primer ministro puede encontrarse de pronto aislado en el Parlamento. Tal circunstancia sería contradictoria con los resultados de los últimos sondeos (84% de respaldo a Begin), pero pesará sobre su libertad de acción y dificultará las futuras conversaciones entre Egipto e Israel.
El presidente Sadat también ha tenido que enfrentarse a las críticas de muchos redactores de diarios egipcios, durante la reunión informativa que siguió a la cumbre de Ismailía, el lunes pasado. Pero como se trató de una reunión a puertas cerradas y nada, o casi nada, ha trascendido a la opinión pública debido al régimen autoritario de El Cairo, Sadat dispone aún de mayor libertad y comodidad operativa que Begin.
Oferta nuclear israelí a Egipto
Israel ha ofrecido a Egipto su colaboración para la construcción de una central nuclear, según informa el semanario neoyorkino Bussines Week. La citada revista añade que la oferta le fue hecha al presidente egipcio Anuar el Sadat en el transcurso de su histórica visita a Israel.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.