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Cuatrocientos millones de perdidas en el Valle de Arán

, A unos cuatrocientos millones de pesetas - trescientos del sector hostelero y cien de los comercios- se elevan las pérdidas ocasionadas en el valle de Arán por la falta de nieve esquiable en las estaciones de Baqueira-Beret y La Tuca.

La temporada de esquí, que en circunstancias normales se hubiera inaugurado a principios de diciembre, no se ha abierto todavía y, lo cual es aún más grave, las perspectivas climatológicas no parecen apuntar hacia una solución antes de que finalice el período de vacaciones navideñas. Ayer lunes, en Viella lucía un sol primaveral y la temperatura sobrepasaba los trece grados.Según palabras del alcalde de Viella, José Calbetó, «de no arreglarse la situación antes del 10 de enero, muchas empresas, sobre todo hoteleras se verán obligadas a presentar expediente de crisis, y varias de las más perjudicadas suspensión de pagos. Tenga en cuenta que ya arrastramos una temporada 76-77, muy mala».

La falta de nieve en el valle de Arán a estas alturas del año es .algo sin precedentes. En Baqueira-Beret, la primera de las estaciones invernales españolas con una capacidad de seis a 7.000 personas esquiando, las pérdidas pueden calcularse en más de tres millones de pesetas por día. Las 95 personas que mantiene en plantilla la estación se dedican estos días, exclusivamente, a tratar de entretener a los pocos turistas que aún quedan en el valle: «Tenemos un programa extraordinario con fiestas y excursiones y mantenemos la piscina y el tenis abiertos», manifestaba a EL PAIS el encargado de información de las pistas.

Incluso el rey Juan Carlos, que cada año venía a esquiar con su familia en Baqueira, anuló sus reservas esta temporada, y pasará sus vacaciones en Candanchú. En uno de los hoteles al pie de las pistas, desde hace un mes se encontraban las plazas cubiertas para los días de Navidad, incluso camas supletorias que le daban una capacidad de cuatrocientas plazas. Según el director del mismo hotel con 150 empleados, hay días en que tan sólo se albergan diez o quince personas.

La situación que se ha creado, el alcalde de Viella no duda en calificarla de catastrófica. Aparte de las pérdidas que hemos señalado, pueden sumarse la paralización total de ventas de apartamentos y locales -que en años anteriores significaban alrededor de doscientos millones de pesetas- y el subempleo que sin duda se producirá.

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