La Bienal de pintura de León, dedicada al realismo

, El realismo es el tema al que se dedica este año la cuarta bienal de pintura provincia de León. La actual audacia de medios mecánicos capaces de crear imágenes realistas puede parecer que la pintura debería abandonar este campo artístico. La dedicación al realismo de esta bienal leonesa hay que interpretarla, en primer lugar, como una afirmación en las posibilidades de la plástica.

Pero de qué realismo hablarnos. ¿De los rostros movidos, de las figuras múltiples de Rolando Campos, capaces de apresar en el cuadro el movimiento, el tiempo, o de a técnica fotográfica de González Causante? ¿De los cuadros de José María Legazpi con esos trágicos ropajes plegados y amontonados, de simbología dramática, o de las figuras de rostro trabajado, que se deshojan de arriba a abajo, de Francisco Cortijo? Y es que buscar un substrato común en todos ellos, en las 104 obras que se muestran en la bienal, es difícil. No es algo homogéneo, afortunadamente. Para entendernos, esta dedicación al realismo de la muestra está en que se han seleccionado obras y autores que, de alguna manera, se inspiran en la realidad y la reflejan.

Hay otro aspecto en esta bienal que se conecta con una vertiente didáctica. La exposición no se plantea como una mera exhibición de obras, sino como una invitación permanente y espontánea al diálogo, al debate. Por eso, las salas están abiertas a la celebración de coloquios públicos, que se pretende surjan de la forma más espontánea posible.