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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sobre los sucesos de La Laguna

Los que firmamos este escrito presenciamos, el pasado día 12 de diciembre, desde las azoteas y ventanas de edificios inmediatos al campus universitario de La Laguna, y como testigos involuntarios y pasivos, la actuación de la Policía Armada y de la Guardia Civil en dicho campus y en las calles adyacentes.Desde nuestras casas pudimos observar:

1. En el campus de la Universidad se habían congregado, a lo largo de la mañana, algunos estudiantes, que situaron en la calle Delgado Barreto una pequeña barricada y que hostigaban con voces y pedradas a los miembros de la Policía Armada, que se encontraban cerca de una gasolinera, al final de dicha calle. La Policía Armada respondía de vez en cuando con balas de goma. Algunos estudiantes, situados en la azotea de la Universidad, lanzaban piedras contra los efectivos de dos jeeps de la Guardia Civil, que se encontraban situados en la avenida Candelaria, cerca del polideportivo.

Los enfrentamientos que presenciamos entre estudiantes y Policía Armada no revistieron peligro en ningún momento para la policía ni alcanzaron la dureza que han tenido en otras ocasiones. La respuesta de la Policía Armada fue proporcionada al escaso hostigamiento de que era objeto.

2. Momentos después se oyeron disparos, que parecían hechos en el sitio en que estaba situada la Guardia Civil. Enseguida irrumpieron en el campus varios guardias civiles (nosotros vimos cinco o seis), cuando la mayoría de los estudiantes estaba en la escalinata, en la puerta o en el interior de la Universidad. Un pequeño grupo, que aún quedaba en los jardines, corría a refugiarse de los disparos. Los guardias civiles se desplegaron frente a la Universidad, sin que viéramos que fuesen hostigados por nadie, y durante varios minutos estuvieron disparando hacia la fachada frontal de la Universidad y hacia la calle de la trasera de la Normal, por la que había huido un pequeño grupo de estudiantes.

Aunque, en un principio, no podíamos creer que estuviesen disparando con fuego real, el impacto de algunas balas en zonas. de la fachada, que se percibía claramente, nos convenció de la gravedad de la situación y del riesgo que corría la vida de los jóvenes que huían a refugiarse o que estaban ya refugiados en el interior del edificio, e incluso nuestras propias vidas en el interior de nuestras viviendas.

3. En aquellos momentos de tensión apareció en la puerta de la Universidad una persona con un pañuelo blanco gritando que no disparasen, que había un muerto. Como los disparos continuaban, tuvo que refugiarse tras una columna. Siguió agitando el pañuelo y gritando. Cesaron los disparos contra la puerta y apareció otra persona con las manos en alto, que descendió la escalinata como para parlamentar con la Guardia Civil. Varios guardias le golpearon y le pusieron contra la pared, donde ya había otro detenido manos en alto. Entretanto, continuaban disparando hacia la fachada; cuatro estudiantes sacarona un compañero que parecía malherido y del que se hizo cargo la Guardia Civil.

Nos pareceque estos hechos que presenciamos, y que contradicen algunas versiones publicadas, que milagrosamente no ocasionaron más víctimas entre estudiantes, testigos presenciales o vecinos (según prueban los impactos de bala que han quedado en la fachada de la Universidad, colegios mayores, interior de estos edificios y zonas próximas), obligan a uha investigación que aclare por qué la Guardia Civil entró en el campus y por qué disparó con fuego real.

y veintiocho fimas más.

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