Los partidos vascos deciden movilizar a Euskadi por la preautonomía

La mayoría de los partidos vascos, decidieron ayer en San Sebastián, después de una reunión de cuatro horas, convocar para el próximo día, 4 de enero una jornada preautonómica de manifestaciones en las cuatro capitales vascas, con el objeto de presionar al Gobierno para que apruebe el decreto- ley de preautonomía en los términos acordados por la Asamblea de Parlamentarios.Al mismo tiempo han expresado la posibilidad de reconsiderar la decisión en el caso de que estimen positivo el resultado de la entrevista que van a mantener hoy con el presidente Suárez.

Pese a que algunas fuerzas se mostraron partidarias de posponer cualquier decisión hasta que se conozca oficialmente la postura del Gobierno, que será explicada hoy por el presidente Suárez a la comisión vasca de los catorce, prosperó la tesis de movilizar de inmediato al pueblo de Euskadi. Fue precisamente esto lo que hizo que UCD abandonara la reunión, ya que no consideraba oportuno suscribir la convocatoria de movilizaciones por considerar que «las gestiones en trámite entre el Gobierno y la Asamblea de Parlamentarios vascos no han llegado a su fin y que sólo esta última tiene la plena representatividad del pueblo vasco para arbitrar las soluciones más convenientes, una vez agotada la vía del diálogo».

Esta primera convocatoria no se plantea tanto como un pulso al Gobierno, sino como un medio para que el pueblo vasco manifieste directamente y de manera inequívoca su voluntad autonomista. Los partidos tienen el propósito de solicitar autorización legal para estas manifestaciones, pese a las normas restrictivas dictadas en un reciente Consejo de Ministros.

En medios políticos vascos existe, por otra parte, un cierto escepticismo sobre la fórmula mágica que el Gobierno dice haber encontrado para conciliar las encontradas posiciones de los ucedistas navarros y los restantes parlamentarios vascos. Mantener inalterable el decreto- ley de preautonomía y establecer al propio tiempo algún mecanismo de consulta directa al pueblo navarro no parece posible, si no esa base de introducir algún decreto complementario, que de hecho impondría a Navarra condiciones distintas para su incorporación al Consejo General.