Begin desmiente que haya divisiones en el Gobierno israelí

«El Gabinete israelí aprueba mi reunión con el presidente Sadat el día de Navidad», dijo anoche en Londres el primer ministro judío saliendo al paso dé informaciones procedentes de Jerusalén, según las cuales algunos sectores del Likud, partido ultra nacionalista del primer ministro, desaprueban unas conversaciones de las que temen salga la posibilidad de un embrionario Estado palestino entre Israel y Jordania.Begin, que hizo una escala de seis horas en la capital británica en su viaje de regreso de Washington a Tel-Aviv, se entrevistó con el primer ministro, Callaghan, en su residencia de Chequers, para darle cuenta del apoyo del presidente Carter y del Congreso norteamericano a su propuesta de autonomía restringida para la Cisjordania ocupada. Fuentes norteamericanas citadas en Londres son más reticentes respecto a la conformidad de Carter con los planes israelíes, que prevén la continuación de los asentamientos de población.

La parada de Begin en Londres debe verse como una muestra de la intención israelí de no dejar a Europa marginada del proceso de paz en Oriente Próximo. Aunque Gran Bretaña no tiene una intervención directa en la zona, las relaciones entre Londres y Jerusalén han cobrado un sesgo más favorable tras la inicial aprobación británica de la iniciativa de paz del presidente egipcio. Incluso ha estado presente en Chequers un enviado especial del presidente francés, que se ha entrevistado por separado con Begin y al que el primer ministro ha informado también de sus propósitos a corto plazo. Propósitos de los que la entrevista navideña con Sadat «es sólo un primer escalón» y que comprenden, en palabras de Begin, un acuerdo total para la zona, en el que participarían Egipto, Jordania, Líbano y Siria, aunque este último país, dijo el primer ministro, se incorpore más tarde a un proceso negociador que ve con gran recelo.