El abandono industrial de una región
El predominio alternativo de agricultura y turismo en el contexto de la economía canaria ha mantenido en estado permanentemente incipiente al proceso de industrialización que, a la altura del último tercio del siglo XX, Canarias debería haber ya consolidado. Importantes deficiencias de recursos e infraestructura han coadyuvado la práctica inexistencia de un sector industrial activo, sobre el que pueda basarse una opción de futuro para el archipiélago.Una de la principales características del suelo canario es la absoluta carencia de recursos naturales. La minería, pobre e inexplorada, ofrece escasas posibilidades para el suministro de materias primas. Algunas explotaciones aisladas padecen una absoluta falta de rentabilidad, en buena medida por lo reducido de sus dimensiones y reservas, pero también por la escasa innovación tecnológica que les ha sido aplicada. Solamente se han desarrollado algunas extracciones de yacimientos rocosos para aplica ción en el sector de la construcción, como pueden ser las arcillas y calizas de Fuerteventura, con importantes posibilidades de abastecer las dos plantas de cemento existentes en la zona.
Hace unos años arreciaron los pronósticos sobre la existencia de campos petrolíferos en las cercanías de Canarias, especialmente en las aguas de la zona sur, pero los problemas derivados de la situación política iniciada Con los acuerdos de Madrid -sobre el Sa hara- han complicado notablemente la mecánica en, la concesión de permisos exploratorios, en los que estaban'implicadas empresas españolas y norteamericanas, especialmente. Reciéntemente, incluso, se difundió la noticia de que había sido detectado un pozo marino al, sur de Tenerife pero el hallazgo, atribuido u fuentes privadas, nunca fue confirmado oficialmente.
Insuficiencia energética
La estructura energética canaria ha sido, y en alguna medida sigue siendo, factor limitativo primordial al desarrollo industrial del archipiélago. Las principales deficiencias hay que buscarlas en la red eléctrica, tremendamente importante en la configuración energética de las islas. El que no. se hayan cumplido las previsiones del plan elaborado por UNELCO -empresa del INI que tiene la exclusiva de aprovechamíento eléctrico de las grandes potabilizadoras- y persista la incongruente atomización de centrales -más de 220 sólo en Gran Canaria-, dificulta toda acción programadora y encarece notablemente cualquier proyecto inversor. Por otra parte, la explotación de UNELCO arroja un balance del 25 % de pérdidas por distribución y transporte de la energía producida, muy por encima de la media nacional.
El desarrollo de la infraestructura eléctrica ha tropezádo con importantes problemas. Geográficamente, no existe posibilidad de intercambio con otras zonas, por lo que las instalaciones deben ser autosuficientes. No existen previsiones de consumo, lo que resulta especialmente grave dado que la lentitud en la toma de decisiones obligaría teóricamente a planificar a largo plazo. Las tarifas, no son uniformes en todas las islas del archipiélago, lo que ocasiona importantes problemas de facturación y estructuración de costes. Finalmente, al no existir grandes consumidores, se observa un desaprovechamiento de la potencia. instalada durante prácticamenie las veinticuatro horas del día, ya que su cuantificación debe estimarse globalmente. Con todo, la labor en los últimos años ha sido muy notable habiendo desaparecido de modo casi total las interrupciones -frecuentes en la década precedente-, que causaron no pocos trastornos a las industrias instaladas en las islas.
La ya comentada escasez de agua, unida a su estructura de propiedad y conducciones, tam.bién ha constituido un claro inconveniente a la hora de proyectar instalaciones industriales en Canarias. Como han incidido la carencia de una infraestructura adecuada para el transporte, la de.scapitalización y escasa generación de recursos autóctonos y la falta de mano de obra convementernente especialida.
Pero aunque todos los ímpedimentos expuestos anteriormente persisten en su esencia, el que acaso cuenta con mayores implicaciones de cara al futuro es la escasez de suelo industrial y las enormes dificultades para proveerlo. Esto, qué ha sido un factor desencadenante de la carencia que venimos reflejando, también condiciona notablemente la planificación -deseable y necesaria- de un futuro sector industrial canario, con activa presencia en el concierto económico español.
Con la excepción de Lanzarote, y Fuerteventura, las islas Canarías poseen una orografía compleja y difícil, poco apta Para la localización de zonas industriales. Por todo ello, hubiera sido necesaria una política de ordención rigurosa para evitar, entre otras cosas, la colisión entre las ansias de expansión urbana y los terrenos susceptibles de utilización por la industria. también determinadas limitaciones impuestas por la construcción de enclaves turísticos. Claro que ello no debe sorprender por cuanto ha sido norma general del proceso de industrialización española la inhibición de los poderes públicos y la ausencia de acierto en los escasos intentos de llevar a cabo una política racional y coherente.
En los últimos años, los cabildos han promovido, algunos polígonos industríales: Granadilla, en Tenerife, y Arinaga, en Gran Canaria, enfrentándose todos ellos con importantes problemás dé infraestructura y Una notable lentitud en los trámites de constitución definitiva. Previamente, reducidos grupos de promotores habían intentado luchar contra la feroz especulación del suelo que se produce en las'islas mediante la constitución de pequeñosnúcleos industriales, carentes de todo tipo de servicios. En general, los problemas con que se enfrentan los nuevos polígonos están centrados en las dificultades de acceso a la mar y las deficiencias en las redes de transporte.
La experiencia de Astican
Ya nos hemos referido a las dificultades de financiación existentes para todos los sectores de la economía canaria. La descapíta lización se ha manifestado de modo creciente y la reasignación de recursos ha sido muy escasa en lo.que a agricultura e industria se refiere, ya que los inversores han preferido la atracción semiespeculativa del sector turístico o al ternativamente la construcción y el suelo, claramente especulativos.
En este contexto, una de las posibilidades sugeridas reitera damente para iniciar la industrialización canaria fue la concurrencia del capital estalal -vía INI- en los proyectos inversores. La -promesa fue expresada reite rada ysticesivamente por cuantosresponsables de la Administración visitaron el archipiélago durante décadas, pero hasta el momento sólo se ha traducido en dos realidades concretas y un proyecto: Sodican -concebidó como ente promotor industrial-, Astican -sociedad de reparaciones navales en Las Palmas- y Diatlansa -proyecto de instalación de un astillero semejante en Santa Cruz de Tener¡fé-. En todos los casos, la fórmula empleada es, con ligeras variaciones, la participación paritaria del capital estatal y, autóctono en los proyectos. Una triste historia, sin, embargo, ha rodeado el más desarrollado de los proyectos -el de Astican-, con lo que muchos temen se hayan frenado otras iniciativas y comprometido proyectos futuros.
Astican se constituyó en abril de 1972, con participación paritaria del Instituto Nacional de Industria y del capital provincial -Caja Insular de Gran Canaria y Agrupación de Reparadores-; el capital social inicial, fue de quinientos millones de pesetas. El proyecto inicial fue precedido de un estudio de viabilidad que, en base al volumen inversor previsto, señalaba unas pérdidas deaproximadamente cien millones de pesetas para el primer año de funcionamiento ( 1976), equilibrio para el segundo (1977) y 75 millones de beneficio para 1978, a partir de cuyo ejercicio se estimaba positivamente rentable la explotación de la sociedad. La inversión inicial proyectada era de 1.700 millones de pesetas, pero en el curso de la realización los costes previstos se incrementaron hasta una cuantía total de 2.100 millones de pesetas. Ello, unido a un determinado criterio en las amortizaciones determinaron unas pérdidas en el ejercicio de 115 millones de pesetas, correspondientes a 1976, por acuerdo del consejo de administración. Las previsiones iniciales para 1977 preveían un equilibrio enlos resultados del ejercicio, ya que el punto de equilibrio estimado aparece en una facturación de setenta millones de pesetas mensuales, y éste se ha alcanzado en diez de los doce meses del ejercicio, pero el descenso de la actividad en los meses de febrero y septiembre, en los que la facturación se redujo a la mitad de lo señalado, como consecu ncia de la conflictividad laboral, han llevado a unas pérdidas que, a reserva de las amortizaciones que decida el consejo de administración, se estiman en sesenta millones de pesetas.
La marcha de Astican se ha visto jalonada por una serie de circunstancias, derivadas de los turbios episodios en quese ha visto implicada la Caja -ya comentados en el primer trabajo de la serie- en los últimos tiempos. Ciertamente, la unión entre el INI y a Caja para constituir Astican se lleva a cabo cuando el equipo anterior, encabezado por Juan Púlido, está al frente de la institución. Este equipo, el mismo que se relaciona con el tema Protucasa y sus ramificaciones, cree en la viabilidad del astillero y coopera activamente en su realización. Cuando Lorenzo Olarte -actual asesor de Suárez- es nombrado presidente del cabildo y, por tanto, de la Caja Insular, se inicia una ofensiva contra las posibles irregularidades de la etapa precedente. Sin embargo, los consejeros de Astican en. re presentación de la Caja no son sustituidos,.a pesar de las presiones del INI para que ello se produzca. Paralelamente, la Caja Insular inicia una operación de inhibición respecto de Astican, incluido el ámbito de las facilidades financieras, lo que provoca enormes dificultades de gestión, ante la escasez de circulante de la sociedad. Es en esta etapa cuando se procede a una ampliación de capital hasta 825 millones a la que la Caja Insular no concurre, quedando la participación mayoritaria en manos del INI, con un 62 % del capital total. En los últimos meses, la Caja ha pro cedido a renovar sus represen tantes en la sociedad, ordenando al mismo tiempo una exhaustiva auditoría sobre las actividades de la empresa, que todavía no ha concluido.
Otros sectores
Dejando al margen las industrias del tabaco y derivadas de las pesquerías, que serán objeto de especial atención, la actividad de otros sectores es prácticamente nula. La mayor parte de las empresas tienen una dimensión reducida y no se han producido las fusiones que las circunstancias actuales aconsejan.
En general, los expertos confieren especial opción de futuro a las industrias transformadoras, entre los que cabe destacar a las de automoción y las electrónicas. Concretamente, las firmas Mercedes Benz -alemana- e Hitachi -japonesa del sector electrónico- han manifestado deseos de instalar plantas en Canarias, aunque parece que las circunstancias sociolaborales por las que atraviesa actualmente el archipiélago han frenado las intentiones de ambas multinacionales. Otro sector con posibilidades es el de cementos, como consecuencia del bajo coste de los combustibles y los yacimientos de arcillas y calizas de Fuerteventura.
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