La próxima, mejor
La Asamblea del Deporte que hoy se clausura será positiva; lo ha sido ya. Se diga lo que se diga, un paso, equivocado o no, siempre es importante. De acuerdo en que ha llegado con defectos, precipitación y un lógico espíritu continuista, que ha podido oscurecer en determinados momentos su deseable estilo democrático. Incluso desde su inicio se podría añadir. Pero el paso está dado.Hasta los más representativos ejemplos del «pasado deporte español» se han tenido que asombrar -en algunos casos enfadar- de que se hayan podido decir libremente, dentro de un orden, naturalmente, cosas que ni sobre el deporte jamás se habrían pronunciado unos años. Estamos en el camino, como lo está el país. La próxima Asamblea podrdía así ser mejor.
En cuanto a los partidos políticos presentes en los debates, cabe hacer algunas puntualizaciones. Si su obligación -por ideas y hasta por «revancha» legal- era la de no estar de acuerdo con una Asamblea tambaleante, se les pueden censurar dos cosas evidentes. La primera, que con su afán revanchista han molestado, sin venir a cuento, una Asamblea lógicamente bunkeriana, recordando. cuarenta años de franquismo. Más enriquecedor hubiese sido una serie de intervenciones ponderadas y con ideas, pero deportivas. Aunque hayan tenido poco tiempo para estudiar las ponencias, los partidos han confirmado en la Asamblea su olvido hasta ahora del fenómeno deportivo,
Una cosa es estar en la Oposición y otra ir en contra por sistema. De las ponencias presentadas, el planteamiento de deporte de abajo arriba o que el Ministerio de Educación y Ciencia institucionalice y tome responsabilidades de una vez ante, los deportes escolar y universitario, por poner sólo dos ejemplos, merecían más apoyo que la crítica o el silencio. Menos impugnaciones o política y más trabajo por el deporte, ahora que el bunker sólo aplaude al recuerdo de Elola. Esto también es democracia.
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