Primera confrontación parlamentaria sobre las subvenciones a la enseñanza privada

El ministro de Educación y Ciencia, Iñigo Cavero, compareció ayer ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de Diputados para dar cuenta de los criterios de su departamento sobre el presupuesto de 1978. El fruto más sobresaliente de su información fue la retirada de dieciséis enmiendas del grupo comunista. El señor Cavero, que estimó no oportuno el debate en la Comisión de Presupuestos sobre las subvenciones a la enseñanza no estatal, ofreció garantías de que los 40.000 millones de pesetas acordados en la Moncloa para inversión educativa se dedicarán a centros docentes del Estado.

El ministro de Educación y Ciencia, que acudió al Congreso de los Diputados acompañado de cuatro directores generales, aseguró que su departamento había proporcionado datos suficientes al Ministerio de Hacienda sobre sus diferentes conceptos presupuestarios, aunque, al parecer, algunos de ellos no habían llegado a los diputados.Ofreció información sobre los gastos relativos a la investigación científica, así como los destinados a la Universidad, Enseñanza Media y Educación General Básica, y a las retribuciones del profesorado. Sobre este último punto recordó que la única rebaja posible, derivada de la eliminación de la asignatura de formación política, no podría pasar de 118 millones de pesetas.

Polémica: la enseñanza privada

En relación al tema más polémico -las subvenciones a la enseñanza no estatal para lograr la gratuidad de la EGB-, Iñigo Cavero no quiso entrar en discusiones y anunció su propósito de llegar a un acuerdo con las diferentes fuerzas, políticas sobre esta materia, en torno a la cual, el Ministerio, el Gobierno y UCD tienen ideas propias si bien el Estado, por ahora, se encuentra obligado legalmente a pa gar la enseñanza estatal y la no estatal.

El señor Cavero dijo que de los 26.000 millones de pesetas presupuestados para 1977 se ha pasado a 36.000 millones para 1978, si bien el aumento de 10.000 millones no significará la ampliación de la subvención a nuevos centros, sino que atenderá el aumento de gastos de la enseñanza. Entre éstos citó los derivados del aumento de las retribuciones al profesorado no estatal. El ministro de Educación y Ciencia anunció que en plazo corto se publicarán los costos reales de la enseñanza -con objeto de tener un criterio fijo de actuación-, para lo cual su Departamento ha requerido que el cálculo lo efectúe el Ministerio de Economía.

El señor Cavero advirtió a los diputados del peligro que supondría reducir las subvenciones a la enseñanza no estatal, ya que los centros que la recibieron en 1977 las esperan para concluir el curso. De un total de tres millones y medio atendidos por la enseñanza no estatal, sólo un millón -dijo- no, recibe subvenciones. El señor Cavero se preocupó de resaltar que un porcentaje superior al 50%, de las subvenciones de gratuidad a la enseñanza no estatal se destinan a centros seglares o laicos, y no a colegios religiosos.

El ministro de Educación y Ciencia aseguró al grupo socialista que el sector estatal no quedará desatendido, ya que está previsto el incremento para 1978 de 400.000 puestos escolares, y especificó al grupo de Alianza Popular que tales puestos era preciso que fueran precisamente estatales, en función de lo pactado en la Moncloa sobre esta materia.

El señor Cavero manifestó a los diputados vascos que, aun reconociendo la importancia de la enseñanza de la lengua vasca y demás lenguas vernáculas -más tarde aludió a la imprecisión de este término-, no contaba su departamento con recursos suficiente para ello por el momento.

Socialización de la inversión docente

En las intervenciones produci das tras la información del ministro, destacó el planteamiento de Luis Gómez Llorente (PSOE), quien reconoció que no sería prudente dejar, de repente, sin subvenciones a los centros que las esperan para concluir el curso. Pero, a renglón seguido, estimó intolerable que los fondos públicos sean administrados por manos privadas, como ocurre en la enseñanza no estatal. Expresó la esperanza de su grupo parlamentario de que el estatuto de esta enseñanza socialice tal administración, de modo que sea controlada por la comunidad escolar, y preguntó al ministro si pensaba consultar a la Cámara y a los estamentos interesados sobre la elaboración de los estatutos, y también sobre la planificación de la inversión de los 40.000 millones de pesetas previstos en los acuerdos de la Moncloa. En todo caso, expresó el apoyo socialista a la dedicación de tal importe exclusivamente a la enseñanza estatal.

Ramón Tamames (grupo comunista) se interesó por si los nuevos puestos escolares previstos serían de nueva creación o para mejora de los existentes, y anunció, a la vista de la información facilitada por el ministro, la reconsideración de las dieciséis enmiendas comunistas.

En respuesta a la intervención del señor López Bravo (Alianza Popular), el ministro de Educación y Ciencia reiteró que los 40.000 millones de pesetas derivados de los pactos de la Moncloa no admiten otra interpretación que la de su dedicación al ámbito estatal.

El.señor Cavero agradeció la intervención del señor Gómez Llorente, si bien le anticipó las dificultades de consultar a los representantes del sector educativo, ya que dudaba del carácter de interlocutores válidos de determinadas plataformas y supuestos representantes no contrastados. En cambio, aseguró que en la elaboración del estatuto se consultará a la Comisión de Educación y Ciencia del Congreso.

Al señor Tamames le indicó que los 400.000 puestos escolares se distribuirán entre los que serán sustituidos, ampliados o creados en evitación de la aglomeración actualmente existente o de una racionalización de los centros.