Pocas posibilidades de acuerdo previo de la OPEP sobre precios del petróleo

A diez días de la reunión de la OPEP en Caracas, nadie es capaz de aventurar una opinión firme sobre lo que los ministros petroleros decidirán en torno al tema de los precios, que es el que realmente interesa a la opinión pública mundial. Entre el 20 y el 22 próximos, en medio de espectaculares medidas de seguridad, representantes de trece países de la OPEP tomarán una decisión.

A pesar de los esfuerzos venezolanos por conseguir que los responsables de la OPEP llegaran a Caracas con un acuerdo preestablecido en materia de precios, no parece que esto se haya conseguido. El ministro venezolano de Energía y Minas ha viajado en las últimas semanas por la mayoría de los países miembros de la organización en busca de tan apreciado «consenso».Las declaraciones de uno de los «grandes» de la OPEP, el jeque Yamani, ministro del Petróleo de Arabia Saudita, han delineado perfectamente los tres frentes que existen en el seno de la organización: unos abogan por el congelamiento de los precios durante 1978; el segundo grupo es partidario de un aumento «moderado» (alrededor del 8%) y el tercer frente se pronuncia, como es tradicional, por aumentos equivalentes a la tasa mundial de inflación, del 15% al 27%.

El jeque Yamani ha sido categórico al respecto: su país anunció que los precios aprobados en la reunión de Estocolmo estarían vigentes durante el segundo semestre de 1977 y durante todo el año 1978. Para Yamani, el tema de los precios ni siquiera debería estar incluido en el orden del día de la conferencia de Caracas.

Arabia Saudita se une, junto a los Emiratos Arabes e Irán, a la corriente política auspiciada por Estados Unidos, que han aventurado graves catástrofes económicas en los países occidentales si aumentaban los precios del petróleo.

Si la Administración Carter ha conseguido convencer a tradicionales amigos como Arabia Saudita e Irán sobre el congelamiento de los precios petrolíferos, no ha sido tan exitosa la gestión con países como Venezuela, que capitanea otro importante núcleo de naciones dentro de la OPEP. Hace dos semanas, después de una visita relámpago a Caracas, el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, reconoció compungido que su gestión había fracasado. Había venido a Venezuela a convencer al presidente Pérez de que apoyara el congelamiento de los precios en la reunión caraqueña. El jefe del Estado venezolano se reafirmó en su postura: los precios debían aumentar, aunque de forma moderada.

De consenso previo, pues, nada de nada. Hace un par de meses pudo parecer que la reunión de la OPEP en Caracas iba a ser una reunión de amigos que ya lo tienen todo hablado. Ahora el panorama es distinto, y los miembros de la organización tendrán que discutir y ponerse de acuerde, si es que lo consiguen, sobre lo que los países importadores tendrán que pagar por los crudos el próximo año. Todos sostienen con firmeza sus planteamientos, lo que equivale a decir que alguno tendrá que ceder. Si esto no se produce, volverá a surgir el espectáculo de Qatar, pleno de divisiones y enfrentamientos.

Cuota venezolana a la OPEP

Venezuela aportará un total de 234 millones de dólares al fondo de solidaridad de la OPEP con los países del Tercer Mundo, cuyo monto alcanza a 1.575,5 millones de dólares.La información fue facultada en Caracas después de que el Senado venezolano aprobara en primera discusión el proyecto de ley destinado a ratificar la enmienda que eleva el monto global del Fondo de Solidaridad de la OPEP.

La participación inicial de Venezuela en este fondo de la OPEP era de 112 millones de dólares. Se ha duplicado e incluido diez millones de dólares más que aportará al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), para totalizar 234 millones de dólares.

La creación de este fondo de ayuda al desarrollo se decidió en una asamblea, de la OPEP con objeto de reciclar hacia los países menos desarrollados parte de los pagos que éstos realizan para adquirir petróleo.