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Miles de ex colonos blancos de Africa del Sur, Rodesia, y Namibia se instalarán en Bolivia

Las conversaciones que el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, general Oscar Adriozola Valda -quien llegó ayer a Madrid en visita oficial- acaba de celebrar en Bonn con las autoridades alemanas han reactualizado el controvertido tema de la emigración surafricana a Bolivia.-

Se trata del traslado de unas 30.000 familias de ex colonos blancos procedentes de Namibia, Rodesia y Africa del Sur hacia extensas zonas de colonización en el oriente boliviano. Los ex colonos son de origen alemán y holandés, y el proyecto contará con un financiamiento de la República Federal de Alemania del orden de los 137 millones de dólares.Como contrapartida, el Gobierno boliviano aportará en bienes de capital la suma de 250 millones de dólares, que comprende el valor de las tierras a adjudicarse gratuitamente a los inmigrantes. Estos deben llegar de forma escalonada en un período de seis años a partir del presente.

Con este fin, y a pesar de que el plan quinquenal 1976-1980 no contempla la inmigración masiva, el Consejo Nacional de Inmigración ha solicitado la autorización gubernamental para utilizar el proyecto de colonización interna «Rorrenabaque» -elaborado en, 1974 por el Banco Mundial- como base de negociación y suscripción de convenio con el Gobierno federal alemán.

Por otra parte, mediante decreto-ley del 17 de junio último, el Gobierno boliviano ha dispuesto la realización de estudios de prefactibilidad para la construcción de dos ciudades, de unos 100.000. habitantes cada una, en el oriente del país. El primer proyecto, denominado «Esmeralda», sitúa el lugar a orillas del río Beni, inmediatamente al norte de Rorrenabaque.

Según el generalmente bien informado boletín especializado IPE, de La Paz, entre los expertos de las Naciones Unidas se vincula este proyecto con la explicación dada por el Gobierno al secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) de la ONU, Enrique Iglesias, en septiembre, acerca de la «Bolivia blanca», que surgirá en el oriente del país.

Más aún, conforme a la revelación de IPE, que no ha sido desmentida, en el Consejo Nacional de Economía y Planeamiento (Conneplan) informaron a Iglesias que para la erección de dicha «Bolivia, blanca» se utilizaría, en su momento la inmigración surafricana.

Repulsa popular

Cuando estos planes del Gobierno boliviano llegaron al conocimiento público suscitaron una profunda repulsa y un amplio movimiento de condena unánime de parte de la opinión pública nacional e internacional. -Los motivos de la repulsa se basan en el hecho de que cerca de un millón de bolivianos -sobre una población total de 4,6 millones- se han visto obligados a emigrar, durante los últimos años, al norte argentino en busca de trabajo y ahora son víctimas de la contracción económica de ese país. Otros 300.000 emigraron a Chile por las mismas razones.Además, la procedencia de los mencionados inmigrantes ha provocado la natural desconfianza en un país cuyas mayoría indígenas sufren una discriminación racial encubierta por su condición de campesinado marginado.

A raíz de la divulgación documentada de estos planes del régimen militar boliviano -a pesar de la «reserva necesaria» exigida por el Gobierno federal alemán-, las autoridades han reaccionado en forma contradictoria. Mientras unas, incluido el propio presidente Banzer, multiplicaban sus desmentidos, otras -entre las cuales los embajadores Tomás Guillermo Elio y Waldo Cerruto- han confirmado la autenticidad de los documentos revelados.

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