PSOE y PNV, dispuestos a movilizar el País Vasco

Los partidos vascos mayoritarios (PSOE y PNV) entienden que no les queda otro recurso que las movilizaciones masivas si el Gobierno cede a las presiones que está ejerciendo la UCD de Navarra para que no se apruebe el régimen preautonómico de Euskadi en los términos ya acordados por Clavero y los tres negociadores vascos.

Precisamente la inclusión de Navarra en el marco geográfico vasco, con un mecanismo de integración en el consejo general idéntico al de los tres territorios restantes, se ha considerado por parte vasca como el logro más importante de las actuales negociaciones, hasta el punto de que sin él carece de interés el resto del proyecto.«Si se modifica este pacto, será como partir nuevamente de cero ha manifestado a EL PAIS el diputado socialista José María Benegas . Eso podría tener consecuencias incalculables. El Gobierno debe ser consciente, por otra parte, de que pacificar el País Vasco no es una cuestión de partido, sino de Estado, y de que esa pacificación pasa hoy por el régimen preautonómico acordado."

Pese a que los partidos vascos confían en que el Gobierno respete el acuerdo en todos sus extremos, son conscientes de que tal vez el escollo más difícil esté en el consejo político de UCD, que deba aprobar el texto legal antes de ser presentado al Consejo de Ministros. A este nivel es al que los parlamentarios navarros parecen jugar sus cartas más fuertes, aunque ello pueda suponer un enfrentamiento con el sector vizcaíno del partido, que ha hecho pública su congratulación por el acuerdo conseguido en torno a la preautonomía.

Al margen de estas dificultades de última hora siguen las gestiones entre los partidos vascos para llegar a un acuerdo sobre la composición del consejo general, que en su primera etapa y prevista la no incorporación inmediata de Navarra, estará compuesta por quince miembros. De acuerdo con los resultados electorales del 15 de junio, seis puestos corresponden al PSOE, cinco al PNV, tres a UCD y uno a Euskadiko Ezkerra. Nacionalistas y socialista estudian la posibilidad de ceder una de sus plazas, probablemente en beneficio del PCE y de los grupos abertzales.

El tema más espinoso en este terreno sigue siendo la presidencia del consejo y la posible integración en su seno del Gobierno vasco.