Arrecian las protestas en Francia por la extradición de Croissant

En Francia se ha acentuado el cortejo de protestas y manifestaciones contra la extradición del abogado alemán del grupo Baader, Klaus Croissant. Cincuenta abogados franceses piensan defender a su colega en París. Anoche se celebró una manifestación importante y juristas, hombres políticos de izquierda y medios sindicales arreciaron contra el tándem Giscard-Schrnidt, considerado el cerebro de «este Mal ejemplo a todos los países del mundo».

«Al decidir la extradición de Klaus Croissant, el presidente Giscard ha consolidado sus lazos de amistad con el canciller alemán, Helmut Schinidt y ha preservado el futuro de la red de intereses económicos y financieros tejidos entre París y Bonn.» Este comentario, expresado de formas diversas, resume para los observadores el simple mecanismo que ha puesto al señor Croissant en manos de la justicia alemana.

De manera explícita, sólo el Partido Republicano (PR), inspirado por el presidente de la República, ha aprobado la extradición. Los gaullistas de Jacques Chirac estimaron que Croissant tenía derecho a recurrir al Consejo de Estado, instancia suprema francesa, y a esperar su veredicto. En algunos círculos apolíticos, anoche, no se excluía la posibilidad de que el asunto Croissant le costase el puesto al actual ministro de Justicia, Alain Peyrefitte, mientras otros pensaban que las consecuencias pudiesen alcanzar una envergadura de más alto vuelo.

En París, sesenta personalidades, entre las que figuraban el filósofo Jean Paul Sartre, el escritor Claude Mauriac y otras figuras relevantes, de derecha e izquierda, protagonizaron anoche una manifestación, apoyada también por los movimientos de extrema izquierda. Los partidos comunista y socialista, y los sindicatos de izquierda tradicional, no se sumaron, temerosos de respaldar, no su rechazo de la extradición, sino la causa original del asunto Croissant, es decir, su eventual participación en la acción del grupo Baader.