Felipe González: "El Gobierno favorece al Partido Comunista
El secretario general del PSOE, Felipe González, se entrevistó ayer en Nueva York con el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, con el Sahara como tema de fondo. El líder socialista expuso la política de su partido en torno a este tema y su preocupación por el desarrollo de los acontecimientos en la ex colonia española. Ambos políticos trataron también otros temas de política exterior y los relacionados con los derechos humanos. El líder socialista llegó a mediodía de ayer a Nueva York, procedente de Washington.
ENVIADA ESPECIAL,El jueves por la noche -madrugada en España-, Felipe González presidió una cena en la Carnegie Endowment for International Peace, sociedad privada que forman miembros muy importantes del establishment político norteamericano. Asistieron a la misma cincuenta personas, y once de ellas pertenecían al Departamento de Estado, incluido el director de la oficina de Asuntos de Europa, El líder socialista explicó, ante un auditorio que demostró tener un profundo conocimiento de la realidad española, la política de su partido.En un tono más agresivo que en anteriores intervenciones -«La cortesía no puede impedirme ser sincero»- y con más de una frase ingeniosa que provocó las risas de los presentes, Felipe González abordó el tema de las relaciones España-Estados Unidos y sus implicaciones económicas y defensivas.
González afirmó que Norteamérica, como potencia con una política internacional planetaria, tal vez había tenido más en cuenta a los Gobiernos que a las aspiraciones de los pueblos y, refiriéndose concretamente a España, indicó: «Durante la dictadura, el comportamiento norteamericano ha primado más garantizar una estabilidad que los intereses de un pueblo sometido a la dictadura. Aunque añadió- me parece que esta política está cambiando con la Administración Carter, y es apreciable el nuevo proceso de la política sobre derechos humanos.»
Se necesita apoyo económico
Señaló también que el apoyo político que la Administración USA estaba demostrando con el proceso de consolidación democrática en nuestro país no se correspondía en los mismos términos en el terreno económico y que era más que preocupante que en los dos últimos años hubieran empeorado las relaciones comerciales entre los dos países. «Aunque somos oposición -afírmó- no nos importaría que el Gobierno se apuntara unos tantos en la mejora de las relaciones económicas con USA.»
El secretario general del PSOE insistió en la negativa de su partido a la integración de España en la OTAN («hasta el momento no hemos oído ni tina buena razón para ingresar en ella»), razonando que la entrada de un nuevo miembro no favorecería la política de disterisión, y se mostró partidario, dentro de una política de neutralidad y de pacificación, de una cooperación en el plano defensivo con nuestra área geopolítica y geográfica común: Europa.
En relación al tema de las bases norteamericanás en España y el tratado con Estados Unidos, González indicó que un Gobierno socialista sería respetuoso con los compromisos internacionales, pero muy duro en una renegociación de las bases, «ya que lo que se negociaría -dijo- por nuestra parte, es una base nuclear más o menos, y por la suya, un dólar más o menos».
El tema de las relaciones PSOE-PCE y la estancia de sus líderes en Estados Unidos surgió inevitablemente en la conversación, señalando el líder socialista que su partido en la época de la dictadura mantuvo estrechas relaciones con el PCE, percr que en el actual proceso democrático eran competitivas «ya que el espacio uue intentan ocupar los comunistas es socialista». Contestando a una pregunta sobre la diferencia de trato del ejecutivo USA en la visita de ambos dirigentes, Felipe González señaló: «Quizá es que el ejecutivo distingue entre quien está en el poder, quien puede estarlo y quien no parece probable que lo esté.»
En cuanto a la pugna socialistas-comunistas en unas futuras elecciones, el líder del PSOE manifestó que el crecimiento de los comunistas podía producirse bien por los errores que puedan conieter los socialistas a la hora de representar los intereses de la izquierda, bien «porque la derecha favorezca al PCE para perjudicar a los socialistas con alternativas de poder»-.
"El Gobierno favorece al PCE"
Insistiendo en el tema del apoyo a la derecha española -que identificó con el Gobierno de centro de Suárez a los comunistas, señaló refiriéndose a las próximas elecciones sindicales que el Gobierno estaba interesado en un sistema electoral -listas abiertas- que no beneficia a los socialistas. « Sería el comienzo de un gran error histórico -señaló-, ya que se produciría una situación similar a la portuguesa, con una representación política socialista fuerte y una representación sindical comunista fuerte, lo que nos conduciría a una política de frente popular.»
Otros de los temas abordados por Felipe González fueron: posible Gobierno del PSOE («Sí no se consolida el centro, el PSOE estaría dispuesto a gobernar con un sector de la UCD»). Democracia económica : («No estamos dispuestos a la estatalización de la economía. Dentro de la economía de mercado pretendemos, introducir una serie de correctores»). Autonomías: («Las autonomías regionales son el primer problema de la estabilización democrática. Creo, que en un plazo de veinte a veinticinco años lograremos un Estado federal»).Monarquía: («Soy republicano, pero admito que la Monarquía en España ha sido positiva y un elemento tranquilizador de determinados sectores, como las Fuerzas Armadas»). Suárez: («Suárez es la derecha que ha sido capaz de desmontar el franquismo. Después lo razonable sería que siguiese gobernando la izquierda»).
