El PSOE, partidario de que la empresa recobre su nivel de beneficios
«En una situación tan dificil de crisis económica como la que está atravesando España en estos momentos, el empresario debe recomponer el nivel de beneficio de sus empresas. Esta afirmación, aunque es duro que lo diga el PSOE, muestra la imagen de realismo que el partido tiene estos momentos.» En estos términos se refirió Luis Solana, presidente de la comisión de Hacienda de las Cortes y miembro del Partido Socialista Obrero Español en el curso de una mesa redonda entre miembros de dicho partido y de la Unión General de Trabajadores y representantes del empresariado español organizado por Euroforum.
El objetivo de la reunión era la clarificación de posturas del PSOE y UGT ante la empresa y sus posiciones en el pacto de la Moncloa. Por parte de ambos grupos estuvieron presentes los señores Barón, Leguina, Solana, Muñiz, Aymerich, Campo, Redondo, Chaves, Almunia y Ballesteros.Comenzó la sesión Enrique Barón quien apuntó la posibilidad de que el PSOE se enfrente con la responsabilidad de Gobierno a corto plazo. A forma de resumen, las opiniones y afirmaciones más importantes que se pusieron de relieve a lo largo del coloquio fueron las siguientes:
- La falta de un desarrollo sindical y de una libertad que permita a los sindicatos moverse libremente en el mundo laboral español ha impedido a las centrales ocuparse de temas tan importantes como el absentismo y la productividad. No se puede dejar a cada centro de trabajo que decida sobre la forma de desarrollar las elecciones porque esto nos conduciría a la anarquía. Es absolutamente necesario clarificar el mundo del trabajo en España y en este sentido la UGT es partidaria de pocas y fuertes centrales sindicales.
- Se hace necesario un acuerdo base entre centrales y empresarios para después ir reduciendo el campo de acción a sectores y a zonas geográficas. El pacto de la Moncloa es considerado positivamente por la UGT, aunque no lo acepta en la medida que no ha participado en su gestión. Esto no significa que su postura sea de hostigamiento, sino de expecta ción.
-El empresario hasta el momento tiene una visión simplista de la situación y se circunscribe al plano de su empresa concretamente. Su única postura es la queja, aunque nunca ofrece soluciones. - Los empresarios mostraron una gran preocupación por la falta de definición del sistema económico a que nos dirigimos. -La sociedad de mercado, que tanto preocupa al mundo empresarial, recibió serias consideraciones por parte de los miembros de la UGT y PSOE. En primer lugar, la participación del sector público en la formación bruta de capital en España alcanza el 21 % para 1978, porcentaje sensiblemente inferior a la media de, los países de la OCDE. España no ha vivido en los últimos años en una economía de mercado, ya que el intervencionismo a todos los niveles ha sido grande y entonces el empresario, que era el gran beneficiado, no se quejó. Por lo que respecta al tema de las nacionalizaciones, los representantes socialistas pusieron ejemplos de nacionalizaciones durante el período franquista y abordaron próximas nacionalizaciones como la Trásmediterránea y Metro de Madrid. En este sentido señalaron que su política de nacionalizaciones llevaría implícito un control total -y absoluto sobre la gestión y desarrollo de la empresa durante su etapa en manos privadas y pedir responsabilidades sobre la situación a la que se llegue.
- Resulta sorprendente que a los dos-días de haberse firmado el pacto de la Móncloa y sin mediar reunión alguna con el PCE, CCOO hiciera de correa de transmisión y aceptase el pacto sin que mediara ningún problema ni crítica. Esto es absolutamente negativo y río ocurrió lo mismo en la UGT.
- En estos momentos, las diferencias existentes entre la UGT y CCOO son mucho más profundas porque ambas centrales se están jugando el modelo de relaciones laborales que ha de regir en España en un futuro próximo.
- Sobre la huelga de aeropuertos y la retroactividad del pacto de la Moncloa, tanto los miembros del PSOE como de la UGT se mostraron muy críticos con la postura del Gobierno. Por lo que respecta al primer tema señalaron que el Gobierno había adoptado con el personal de aeropuertos un test frente a la conflictividad, lo que significa una irresponsabilidad total del equipo gubernamental.
La retroactividad fue el punto más debatido de la reunión. Sobre él, tanto los miembros del PSOE y UGT como de los empresarios - aportaron ideas interesantes. En primer-lugar se señaló que el Gobierno está preparando un decreto-ley para dar un marco jurídico al problema de la moderación salarial y que posiblemente contemple la anulación de la ley de Convenios Colectivos y de los derechos adquiridos. Si esto se produjese, supondría un atentado contra los convenios y contra la economía de mercado y contra uno de sus principios básicos. En el momento actual, si unos trabajadores recurren a Magistratura del Trabajo en defensa de su convenio colectivo, el juez dará la razón a los trabajadores, ya que siempre se guiará por una norma legal y no por un pacto político.
Por último se puso de relieve que la postura del PSOE frente al pacto de la Moncloa era expectante, ya que creía conveniente que éste se cumpliese en su totalidad, ya que de no ser así podría mostrarse más duro en sus planteamientos. En este sentido se dijo que el Gobierno no había respetado el pacto, al haber cedido en el tema de los farmacéuticos.
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