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No hay más dialéctica que la de los puños y las pistolas

«José Antonio nos dijo que ¿quién ha dicho que cuando se insultan nuestros sentimientos, antes de reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Después, cuando se ofende a la justicia y a la patria, no hay más dialéctica admisible que la de los puños y las pistolas. Estos tiempos son peores, se prostituye deliberadamente lo más sagrado y se desmembra la patria.El resto de los implicados de Atocha -continuó Caravaca- no han sido amnistiados porque la ley ha sido dictada bajo la amenaza y el terror marxistas. En consecuencia, sólo se podría aplicar a maestros del terrorismo, nunca a personas que por un motivo exclusivamente patriótico -y nunca por dinero-, cayeron un día en el marco del Código Penal. Ellos contestaron al oso comunista en el único lenguaje que éstos entienden.

El ensañamiento que se tiene con estos muchachos prueba hasta qué punto el Gobierno se ha vendido, se ha entregado totalmente al marxismo y ha hecho pactos secretos y vergonzantes.

-¿Qué tipo de lucha seguirán de ahora en adelante?

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-La que sea necesaria, la que las circunstancias impongan, pero puedo jurarle que no arriaremos nunca la bandera, ni seremos perjuros traidores. Ninguno de nosotros venderá su conciencia por un sillón ministerial.

-¿Es necesaria la violencia en algún momento?

-Sí,así lo entiendo, como cuando Jesús echó a los mercaderes del templo a latigazos.

-¿Está Fraga a la derecha?

-Fraga vivió y medró con el Caudillo; dictador frustrado, eterno resentido, anticomunista que se abraza, el que presenta al secretario general del PCE. ¡Bien sabía Carrillo en qué lugar le iba a dejar! No me extrañaría nada que mañana dijera que es Napoleón. Menos mal que con su última charlotada le ha abierto los ojos a muchísima gente buena y honrada que hay en Alianza Popular.

Ningún falangista tiene relaciones con nadie de derechas. Nosotros no somos de derechas ni de izquierdas. Miramos a España de frente, somos nacionalsindicalistas. Si con esa etiqueta de extrema derecha que intentan colocarnos se refieren a los movimientos nacionales de cada país, les diré que admiro, respeto y quiero a los valientes fascistas italianos y a los estupendos camaradas nacional.socialistas alemanes.

16 noviembre

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