_
_
_
_
_

Derrotados los "españolistas" en el congreso del PSOE catalán

Con la reeleción de Josep María Triginer como primer secretario y con una clara victoria de los partidarios de la unificación con el Partit Socialista de Catalunya (Congrés) (PSC-C), finalizó ayer el XVII congreso de la federación socialista catalana del PSOE. El acto Final contó con la presencia de Felipez González, quien en un sobrio parlamento demostró conocer perfectamente la existencia de fuertes tensiones en el congreso clausurado.De todas las ponencias la que contó con mayor participación y con más duros debates fue la de unidad. En ella estaban presentes los principales dirigentes de la comisión ejecutiva saliente y los denominados españolistas de la importante agrupación socialista de Barcelona. Los españolistas que finalmente resultaron totalmente derrotados, no se manifestaron directamente en contra de la unificación con el PSC-C, pero afirmaron concebir ésta como una simple absorción del PSC-C por el PSOE de Cataluña. En cambio, la dirección saliente -que resultó en su mayoría reelegida- jugó con toda energía la carta unitaria. Frente a este debate, el interés de las demás ponencias quedó situado en un muy segundo plano.

Anteanoche la tensión alcanzó su punto álgido cuando la agrupación local de Hospitalet presentó una enmienda a la totalidad sobre el tema de la unidad socialista, logrando el apoyo explícito de otras nueve agrupaciones locales. No obstante, en la mañana de ayer fue retirada la enmienda, después de numerosas gestiones de pasillos. En la resolución sobre el tema unitario se acuerda proponer que el partido resultante de la unificación socialista catalana, entre el PSC-C y el PSOE, debería llamarse Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-C-PSOE), añadiéndose que este nombre podría ser modificado por el congreso de unificación, pero «sin eliminar las siglas del PSOE».Los dirigentes españolistas de la agrupación socialista de Barcelona practicaron a lo largo de todo el congreso una clara política de enfrentamiento contra Josep María Triginer, pero al contar éste con el apoyo activo y sincero de Francisco Ramos, pudo vencer todas las críticas.

Los españolistas no consiguieron convencer que Josep Valentín Antón aceptase presentar su candidatura contra Triginer. En cambio lograron infinidad de debates, a menudo muy tensos, sobre temas poco profundos. Así se discutió severamente sobre el concepto de países catalanes e incluso sobre el significado de la palabra país, manifestándose el deseo de querer saber si se aludía a España o a Cataluña. Algunas de estas discusiones, más o menos pintorescas, fueron llevadas a cabo con los estatutos del partido en la mano.

En el terreno organizativo el congreso se pronunció por la organización de, base comarcal, al igual que el PSC-C y los partidos nacionalistas catalanes. Ello favorecerá a la unificación socialista, al tener ambos partidos el mismo esquema organizativo.

Anoche fuentes socialistas muy bien informadas se referían explícitamente a un acuerdo de principio entre ambos partidos socialistas sobre la futura dirección del partido socialista resultante de la unificación. Su presidente sería Francisco Ramos -cuya importancia política ha sido decisiva en este congreso- y el secretario general Joan Reventós, mientras Triginer pasaría a ser el secretario general adjunto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_