Suárez: "Dificultades importantes pero no insolubles para ingresar en la CEE"

ENVIADO ESPECIAL. El presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, declaró ayer en Bruselas que «será el Parlamento español quien se pronuncie sobre la alternativa de la construcción política europea como una federación de Estados o bien como simple cooperación entre naciones soberanas». Suárez hizo esta afirmación en el curso de una conferencia de prensa con la que puso punto final a su estancia en la capital belga después de, haber recibido en la embajada española a los representantes políticos y sindicales de los emigrantes españoles residentes en Bélgica.

El presidente del Gobierno en sus declaraciones hizo un balance de su gira europea en el que señaló cuatro apartados: los ocho Estados visitados han valorado de manera positiva e irreversible el proceso democrático español; constataron que ello justifica la aplicación del preámbulo del tratado de Roma por España que solicitó, en esta tesitura, la candidatura al ingreso en la CEE; todos los países visitados, y en muchos de ellos la mayoría de sus fuerzas políticas, apoyan la candidatura española; y en la gira hemos constatado dificultades importantes para el ingreso, pero ninguna de ellas insoluble mediante una negociación o período de adaptación.Suárez reiteró, una vez más, que España no aceptaría una situación de preadhesión o un ingreso en la CEE por etapas y sectores. Insistió en que no es objetivo de España el exportar mano de obra a la CEE pero que Madrid tampoco puede renunciar a los derechos de los trabajadores, y destacó la idea de que la Península Ibérica está dispuesta a iniciar una rápida readaptación de su economía en la medida que los países de la CEE y las otras naciones candidatas hagan lo mismo con vistas a la ampliación. El presidente señaló, también, que durante la visita que hizo a la Comisión Europea se acordó el establecimiento de una metodología que permita ordenar el procedimiento de acercamiento a la Comunidad que Suárez calificó de «confuso», hasta el momento.

«La actitud del PCE, ejemplar»

En la conferencia de prensa surgieron otros temas ajenos al debate España-CEE tales como la posibilidad de una incorporación de España a la OTAN y la interrogante sobre si vio o no a algún representante de la Alianza en Bruselas. Suárez insistió en que la incorporación de España a la OTAN es competencia del Parlamento español y declaró que no vio a nadie de la Alianza durante su paso por Bruselas. Lo cierto es que la Moncloa no quiso provocar ningún encuentro con la Alianza -como el que mantuvo Areilza durante su visita a Bruselas como ministro de Exteriores- para no enrarecer y acelerar este tema. También se supo que el embajador Aguirre de Cárcer (bilateral, acreditado en Bélgica) estaba muy preocupado por la idea de que la OTAN interpretara la ausencia de este contacto como un enfriamiento de la actitud del Gobierno hacia la Alianza.

Sin relación con la situación del Sahara y la petición de intervención de la ONU en el conflicto hecha por Felipe González, el presidente Suárez declaró que no veía mal esta petición que abundaba en la política de distensión presentada por Oreja en la ONU y en la que se solicitaba la intervención de la OUA y la ONU en la crisis.

Sobre cuestiones de política interior española, Suárez declaró que la UCD debatirá en su congreso el tema de su posible homologación con las distintas internacionales europeas, que la realización de este congreso no condicionaba las próximas elecciones municipales y, en respuesta a una pregunta sobre las intenciones del PCE, afirmó que desconoce y no tiene nada que decir sobre sus intenciones pero que sobre su actitud puede decir que ha sido ejemplar en el proceso democrático español, «al igual que lo ha sido la de la totalidad de las fuerzas políticas representadas en las Cortes».

Desorganización y crítica a la prensa

Sirva de colofón de esta crónica una nota de color, más bien negro, en relación con la organización de la estancia de Suárez en Bruselas, que fue mala y que alcanzó su cénit en la conferencia de prensa de ayer donde abundaron los gritos, no funcionó la traducción simultánea y hubo empujones e incluso golpes del servicio belga de seguridad al corresponsal de la radiotelevisión italiana. Y todo ello ocurría mientras los diplomáticos españoles encargados de la organización (que contrataron el auditórium del Internacional Press Center) se dedicaban a criticar la labor de la prensa española y concretamente la crónica de este periódico sobre la visita de Suárez a Bonn en tonos airados y grotescos e incluso llevando su indignación al propio presidente Suárez, quien respondió: « La prensa debe expresar libremente su opinión».

Satisfacción a su llegada

Pasadas las cuatro y veinte de la tarde llegó al aeropuerto de Barajas (Madrid), procedente de Bruselas, el presidente Adolfo Suárez, acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja.

El señor Suárez, que llegaba de su viaje un poco afónico, hizo unas breves declaraciones, y resumió así los resultados de su viaje:

« En los países visitados, tanto en Alemania como en Bélgica, he encontrado la misma predisposición favorable al ingreso de España en el Mercado Común. En mis contactos con el presidente de la Comunidad, señor Jenkins, así como con los vicepresidentes y miembros de la comisión, hemos examinado con claridad, rigor y realismo los problemas que existen hoy.