"Aquí sólo habla quien ellos quieren", afirma Carrillo en Moscú
«Está claro que aquí no habla sino quien ellos quieren y si dicen los que ellos quieren», declaró ayer a EL PAIS el secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, a propósito de la suspensión de su prevista intervención en el Kremlin, dentro de los actos conmemorativos del LX aniversario de la Revolución de Octubre. La delegación española que asistió a los actos, y que encabezaba el propio Carrillo, regresa hoy a Madrid. Entretanto, las autoridades soviéticas han prestado un interés especial a otro de los líderes eurocomunistas, el italiano Enrico Berlinguer, con quien el propio Brejinev sostuvo ayer un encuentro privado calificado por ambas partes como « muy cordial ».«Los dirigentes pasan, los partidos comunistas siguen. Por eso estamos aquí y por eso volveremos a Moscú, una y mil veces, mientras tengamos fuerzas para hacerlo», dijo anoche Santiago Carrillo en un mitin pronunciado en el Centro Español de Moscú, horas después de que se le prohibiera su prevista intervención ante los miembros del Comité Central de¡ Partido Comunista soviético (PCUS) y los diputados del Soviet Supremo, en el Kremlin.
La escisión entre Moscú y los partidos comunistas no es una invención de los medios de información capitalistas, sino una realidad evidente. Para los observadores políticos en la Unión Soviética, la presencia de la delegación española en las Fiestas del aniversario de la revolución rusa ha sido un claro síntoma de cómo marchan las cosas en el área socialista. Carrillo no ha venido a Moscú a presentar sus excusas. Todo lo contrario, ha venido a seguir manteniendo sus teorías sobre lo que debe ser un partido comunista en un país capitalista en los años setenta, teorías que los grandes ideólogos de la URSS no están dispuestos a compartir. Es por ello que al secretario del Partido Comunista de España le han puesto el veto.
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Santiago Carrillo: "Volveré a Moscú una y mil veces"
(Viene de la primera página)
Hace unas semanas Moscú mandó a Madrid una pequeña delegación encabezada por uno de los ideólogos soviéticos, Afanaslev, director de Pravda, para que convenciera a Carrillo de que su postura debía de ser más transigente, y que con ocasión del sesenta aniversario había que dar una visión de cohesión- al mundo occidental. Nos consta que Santiago Carrillo no les engañó; al contrario, les dijo que sus teorías podían estar equivocadas, pero que no se apartaba en absoluto de lo escrito en su libro, Eurocomunismo y Estado. Lo ocurrido en las últimas horas nos da la razón. Anteayer, en el aeropuerto de Seremetievo, ante el desagrado de los soviéticos, que no están acostumbrados a que se hagan entrevistas a pie de avión a los invitados a su país, Santiago Carrillo decía a EL PAIS: «Voy a hablar claro, si me dejan.» Efectivamente, no le han dejado.
"No acepto las razones"
Lo que Santiago Carrillo no ha podido decir en el Kremlin ha quedado bien claro en sus declara ciones públicas hechas en las últimas horas. Ayer ha sido la vedette en Moscú. Una conmemoración que parecía que no iba a tener más significado que el puramente histórico, ha sido una demostra ción de la querella que mantienen los partidos comunistas, que una vez.alcanzada su mayoría de edad empiezan a vivir a su manera.
Carrillo ha explicado a EL PAÍS: «Yo he venido a Moscú para demostrar mi identificación con la revolución de 1917. La prohibición a que yo hablase en el Kremlin confirma las críticas que he hecho sobre lo que sucede en este país. Por eso comprendo su decisión, si bien no la comparto. Está claro que aquí no habla sino quien ellos quieren, y si dicen lo que ellos quieren.» El secretario general del Partído Comunista español nos ha asegurado que ayer, nada más llegar, entregó el tekto del discurso que había preparado en el transcurso del viaje en el avión: «Me lo pidieron para poderlo traducir y tenerlo previsto en la sesión.« Le aseguro -nos ha dicho Carrillo- que hasta el mediodía yo pensaba que iba a poder leerlo. No ha sido así y nadie me ha dado ningún tipo de explicaciones. Le aseguro que el discurso era un fiel reflejo de la idea que tenemos de lo que debe ser el socialismo.»
Hemos expresado al secretario del PCE nuestra extrañeza por la actual situación y le preguntamos si no obedecerá a una maniobra, como se ha apuntado en algunos medios de comunicación, para que aparezcan como víctimas y aprovechar la situación en beneficio del comunismo internacional: «No sea ingenuo -nos dice- Ni los soviéticos son tan sutiles ni nosotros necesitamos acudir a ese tipo de maniobras tan extrañas.» Posteriormente nos asegura Carrillo que «"este pequeño incidente" no va a influir en las relaciones entre el PCE y el PCUS».
Agente del imperialismo
«Sin duda -explicó Carrillo- existen bastantes diferencias ideológicas. Yo creo que el fondo del asunto está en que a algunos dirigentes soviéticos no les interesa que yo comente mis ideas, que son las del PCE, y han decidido evitar mi intervención por considerarme un ageniedel imperialismo. Since ramente yo creo que las diferencias parten de que yo he escrito un libro en el que cuento las cosas como son y ellos no lo han escrito, lo cual no hace sino ratificar todavía más los planteamientos de mi libro.»
Regreso
La delegación española del PCE marchará hoy en el avión de las dos de la tarde a Madrid. El veto puesto por las autoridades soviéticas al secretario del PCE ha supuesto un revés para los componentes de la delegación, si bien se Triarítiene entre todos una clara postura de afirmación con las ideas claramente expresadas por el secretario general. Consecuencia de ello ha sido la decisión personal tomada por Rafael Alberti de no participar en un acto previsto para la tarde de ayer en la casa de escritores soviéticos.
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