Doble carácter comunitario de la estancia del presidente en Bruselas

La penúltima etapa de la gira del presidente Adolfo Suárez por las nueve capitales del Mercado Común tendrá un doble carácter comunitario: verá a Roy Jenkins, presidente de la Comisión Europea, y se entrevistará con Leo Tindemans, primer ministro belga y presidente en funciones de los consejos comunitarios.Sobre una eventual entrevista con algún alto dirigente de la OTAN, como podría ser el propio secretario, Joseph Luns, no está prevista en ninguna agenda. «No sé nada», declaró Nuño Aguirre de Cárcer, embajador de España acreditado ante la corte belga, en comentario a la información aparecida en EL PAIS de ayer, en la que se aludía la posibilidad de conversaciones de Suárez con responsables de la Alianza Atlántica. En idéntico término alusivo se manifestaron los portavoces de la OTAN. Discreción total, sin desmentir ni confirmar la pretendida entrevista.

Volviendo al programa oficial, hay que destacar la entrevista entre el rey Balduino y el presidente Suárez; el almuerzo, seguido de una ronda de trabajo, entre Suárez y el presidente Jenkins y otros miembros de la comisión; la cena ofrecida por el primer ministro belga, Tindemans, y, por último, el sábado por la mañana, el encuentro entre Adolfo Suárez y prácticamente la totalidad de organizaciones y asociaciones -incluida la delegación del PCE en Bélgica- de residentes españoles en este país.

Con los comunitarios, Suárez tratará el tema de la candidatura de España al ingreso a las Comunidades Europeas. Como sea que las cosas no están todavía maduras, poco podrá decirle Jenkins a Suárez del plan de la comisión ante la difícil negociación con España.

Otro punto, nada despreciable, de las relaciones hispano-comunitarias pasar por los múltiples escollos que encuentra el comercio entre España y la CEE. Las dificultades pesqueras, el proteccionismo textil y siderúrgico estarán en el temario.

Sobre la idea de la Comunidad, aceptada por España, de ampliar el contenido del acuerdo comercial preferente, en vigor desde octubre de 1970, Suárez, aconsejado por los expertos de la misión de España ante la CEE, que dirige el embajador Bassols, repetirá las tesis conocidas. España no aceptará modificar el contenido del acuerdo de 1970, con mejoras en la oferta industrial a la CEE, si la propia CEE no abre más las puertas a las exportaciones agrícolas españolas. Es la cuadratura del círculo, sobre todo en plena campaña electoral francesa, donde hablar deI tema agrícola en relación con España puede suponer perder o ganar miles de votos de los campesinos.