Cunhal, dispuesto a una negociación con todos los partidos portugueses

En rueda de prensa convocada para dar a conocer las conclusiones de la reunión extraordinaria del Comité Central del Partido Comunista, Alvaro Cunhal ha reiterado la disposición de su partido a entablar, de inmediato, y sin previas limitaciones, la negociación entre «todas la fuerzas políticas y sociales», con el fin de elaborar « una plataforma para salir de la crisis».El tono de los comunistas contrasta con las posiciones de la oposición de derecha al Gobierno Soares, el PSD y el CDS que formulan un auténtico ultimátum político. Para Cunhal, la cuestión del poder es «secundaria». Los comunistas no piden coaliciones, ni acuerdos políticos vinculantes, pero exigen medidas inmediatas en el plano social: hay que declarar Inmediatamente una tregua, no proceder, de momento, a ninguna devolución de tierras o de fábricas, suspender los despidos y otras acciones represivas contra los delegados sindicales y comisiones de trabajadores, y hay también que oír a los trabajadores para todas las cuestiones que les afectan directamente.

El Partido Comunista registra las palabras de Mario Soares en el Alentejo, el sábado pasado, según las cuales, «a pesar de todo lo ocurrido, el Gobierno está dispuesto a dialogar y a llegar a un acuerdo justo y equitativo con los comunistas para la aplicación de la nueva ley de Reforma Agraria», pero le exige unos gestos de buena voluntad.

«Mientras está reunido el Comité Central nos llegan noticias de nuevas entregas de tierras a los propietarios... Tenemos que concluir que el Gobierno está realmente interesado en lograr la plataforma», añade Cunhal.

El Partido Comunista deja entender que él también, y sin unirse a la derecha, podría tomar la iniciativa de una moción de censura. En este momento, eso sería tal vez lo más positivo para Soares y su Gobierno.

Una moción comunista no tiene ahora ninguna posibilidad de prosperar, ya que el CDS y el PSD han declarado públicamente que no se aliarán con los comunistas, ni siquiera para derrocar el Gobierno. Mario Soares tendría así otra oportunidad de dar la prueba aritmética de lo que tantas veces afirmó: «No hay mayoría de recambio; la oposición es incapaz de derrumbarlo o de sustituirlo por otra fórmula que no sea también minoritaria.»